Poniendo al día
Tengo un par de borradores, a los que no le dí enter para publicar y ahí quedaron. Ahora que los releo, me parecen demasiado depresivos, así que prefiero dejarlos en el cajón de los borradores.
Dos meses desde la última entrada y pasó tanto, que no quiero dejar de escribirlo.
Finalmente terminamos el jardín y nos preparamos para primer grado.
Digamos que no fue un buen año escolar, porque la maestra Carmela no cumplió con las expectativas.
Pensó que enseñar a un niño con autismo consistía en hacerlo pasear por los pasillos, en vez de empeñarse en trabajar en clase. La carpeta que me entregó a fin de año es penosa, los pocos trabajos que están hechos no fueron realizados por Matias... así que mejor poner un manto de piedad y cruzar los dedos para que la que nos toque en septiembre, tenga ganas de enseñar. Terminamos tan bien, que el último día, después de la fiesta de graduación, se fue sin siquiera saludar al alumno que le dió "de comer" durante todo el año lectivo y a la madre!
El punto positivo, fue que se hizo nuevos amigos... sobre todo, ella, Alice. Con la que se miran cómplices, la que lo lleva de la mano, la que le habla pausado y poco, la que lo hace reir. La que le dice a la mamá que le gusta Matias porque es callado y además, es el más lindo de la clase.
Otra nota de color es que el grupo de madres de la clase, tienen buena onda y terminamos yendo a todas a comer pizza para festejar.
El verano empezó con todo y Matias ya está agotado.
En el mismo gimnasio donde hace natación, organizaban un campus estivo orientado al deporte. Al mismo campus, integraban el Proyecto AITA, que consiste en que niños con autismo pudieran realizar las mismas actividades que los demás, acompañados de un tutor, pero haciendo hincapié en la integración. Lo anoté a Matias y tuvimos la suerte de quedar seleccionados.
Dos meses desde la última entrada y pasó tanto, que no quiero dejar de escribirlo.
Finalmente terminamos el jardín y nos preparamos para primer grado.
Digamos que no fue un buen año escolar, porque la maestra Carmela no cumplió con las expectativas.
Pensó que enseñar a un niño con autismo consistía en hacerlo pasear por los pasillos, en vez de empeñarse en trabajar en clase. La carpeta que me entregó a fin de año es penosa, los pocos trabajos que están hechos no fueron realizados por Matias... así que mejor poner un manto de piedad y cruzar los dedos para que la que nos toque en septiembre, tenga ganas de enseñar. Terminamos tan bien, que el último día, después de la fiesta de graduación, se fue sin siquiera saludar al alumno que le dió "de comer" durante todo el año lectivo y a la madre!
El punto positivo, fue que se hizo nuevos amigos... sobre todo, ella, Alice. Con la que se miran cómplices, la que lo lleva de la mano, la que le habla pausado y poco, la que lo hace reir. La que le dice a la mamá que le gusta Matias porque es callado y además, es el más lindo de la clase.
Otra nota de color es que el grupo de madres de la clase, tienen buena onda y terminamos yendo a todas a comer pizza para festejar.
El verano empezó con todo y Matias ya está agotado.
En el mismo gimnasio donde hace natación, organizaban un campus estivo orientado al deporte. Al mismo campus, integraban el Proyecto AITA, que consiste en que niños con autismo pudieran realizar las mismas actividades que los demás, acompañados de un tutor, pero haciendo hincapié en la integración. Lo anoté a Matias y tuvimos la suerte de quedar seleccionados.
Hacen esgrima, natación, gimnasia, atletismo, bailan, dibujan... y también "se caen los dientes"!
(vino Pérez por segunda vez, pero mi hijo se niega a vender sus dientes... no le interesa lo material! Así que me devolvió los €5 y lloró para recuperar su dentadura)
Y estas son algunas imágenes de Mati en acción.
No conocía a ninguno de los 50 nenes que participaban y se quedó perfectamente, todas las mañanas.
No conocía a ninguno de los 50 nenes que participaban y se quedó perfectamente, todas las mañanas.
Por ahora estoy enloquecida con un temita burocrático, espero que se solucione para poder contarles la odisea (crucemos los dedos) con final feliz.



Hola Maite! Te estaba extrañando!! Nunca dejes nada en borrador, compartí todo, las alegrías y las tristezas, aquí estaremos siempre para leerte y darte un besito virtual.
ResponderBorrarMe alegro mucho que Matías la esté pasando bien en el club y una pena lo de la maestra pero esperemos que el año que viene le toque una docente mejor!
Besos y no abandones el blog!
Una vez más el balance es positivo y eso es lo importante!
ResponderBorrarEspero se dé lo que estás esperando y nos cuentes de que se trata:)
Besos!
que lindo lo que contas de la integración de Matias! y como dice Alicia, esta bueno contar las alegrias y las tristezas!! que grande que esta! te mando un abrazo
ResponderBorrarLeo la parte escolar y es como leerme a mi misma... solo que todavia no tengo "buebo" para contarle al mundo. Uno empieza con tantas expectativas y terminamos en lo mismo de siempre... las ganas de patear el tablero mira...
ResponderBorrarQue lindo lo del campamento ese... suerte en el verano!