Azzurro come te

Principe azzurro...

Nunca creí en el príncipe azul, pero la vida se encargó de demostrarme que existe de verdad, cuando llegó Matias a mi vida, cuando lo tiñó de azul a los 18 meses y me confirmaron su autismo a los 27.

Si releo este blog desde el principio, no puedo creer todo lo que hemos pasado: Lo lindo, lo feo, lo angustiante, lo esperanzador.

Hoy estamos en la parte incrédula, feliz.

El efecto sorpresa (para bien) no se termina y este lunes 3 de abril, alcanzó el clímax.

El año pasado, Matias cursó primer grado. Mi miedo más grande era la aceptación de los nuevos compañeritos (y los padres), el bullying, que lo dejaran de lado. Entonces, aproveché el 2 de abril, para hablar en el colegio de autismo.



Les regalé a los nenes un globo azul a cada uno, dimos unos bizcochitos que hizo mi amiga e hice una brochure para dar a los padres. Me ayudó la maestra integradora a crear un acto sencillo, fuimos al patio de la escuela, cantaron una canción y soltamos unos globos.
Combatir la ignorancia, con la información, fue la mejor manera que se me ocurrió para que vieran el autismo de manera más amigable. Contando mi historia, contando cómo es mi hijo.

Este año, con el nacimiento de Danilo, estoy un poco más ocupada y no pude participar demasiado de la vida escolar.
Un día, me llama la maestra de clase y me dice: "quiero que leas esto, para que me corrijas si dice algo inapropiado. Para mí el autismo es algo nuevo y estoy aprendiendo con Matías. No quisiera decir algo equivocado."
Y me dió el guión de un acto para el 3 de abril (porque este año el 2 fue domingo), para el día mundial de la concienciación del autismo.
Sin decirme nada, las mamás se organizaron para traer comida, hacer prendedores, pulseritas, comprar globos, hacer la escenografía y armar un evento inolvidable.
Yo aporté este año otra brochure informativa y los carteles para invitar a todo el colegio.

La síntesis de este día, son estas fotos...

En las piezas de rompecabezas, había un dibujo de cada compañerito. 

Y el broche de oro, fue una poesía que la maestra integradora le enseñó a Matias. 
Que recitó adelante de todos, de memoria. 
(si querés ver el video, te dejo el link)

Nos dejó con el corazón desbordado, con hipo de llanto y lágrimas dulces de felicidad. 
Nos emocionó en lo más profundo, por el camino recorrido, por el amor demostrado.

Si pienso a los actos que transcurrimos en el pasillo, lejos de la gente y los ruidos.
Si pienso a los silencios de mi hijo hasta hace un par de años.
Si pienso a las comparaciones odiosas que tanto me dolían...
Hoy no pienso, disfruto, gozo de este objetivo alcanzado. Cosecho la siembra.
Porque las semillas eran buenas... y entonces recolecto, junto, guardo... para esos días "NO", para los nuevos desafíos que vendrán. Junto para el envión, cuando el camino será empinado y la cima se verá tan lejos. Guardo en mi memoria cada instante, cada logro. Porque con el autismo nunca se descansa, pero se puede alcanzar la serenidad. No somos especiales, no somos super héroes. Somos dos papás, de un príncipe azul que no deja de sorprendernos y maravillarnos cada día.

No hay límites si damos alas.

Comentarios

  1. Nena, disculpame, no pude seguir leyendo porque la emoción que me invadió me moja los ojos y no veo nada. Cuando se me pase esta conmoción de felicidad, vuelvo. Al video lo quise ver en FB y no pude. Es una noticia hermosa! Te acompaño con tu alegría y felicidad!

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  2. No pude verlo de la emoción, no que no andaba ;)

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  3. Ay Maim qué lindo todo esto!!! Felicitaciones a ustedes y a él, y a disfrutar! beso enorme!

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  4. SE ME LLENARON LOS OJOS DE LAGRIMAS
    SON REALMENTE DOS SUPER HEROES
    BESOTES GRANDES

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