El tiempo pasa
y nos vamos poniendo viejos!
Pero no te das cuenta de la vejez por el tiempo en sí, o porque te ves arruinado ( o sí, pero hacés de cuenta que seguís siendo "pendex inside") los que delatan sin piedad el paso del tiempo son los niños.
Y mi cronómetro personal, está grande y alto, cumplió sus 6 años y los festejamos.
Me gusta festejarlo (ya lo saben!) y disfruto hacerle todo. Me hace acordar cuando no existía el cotillón y mi mamá hacía los bonetes, las bolsitas, las tarjetas... supongo que de ahí viene la pasión por decorar las fiestas.
Generalmente, hago la fiesta en función del dibujito o juego que Matias prefiere en ese momento.
Esta vez le tocó el turno a Frozen. Pero claro, las princesas de Frozen no son lo más adapto para una fiesta de varón y los muchachos del dibujito, tienen roles secundarios... así que opté por el muñeco de nieve Olaf.
Empiezo buscando inspiración en Pinterest, me armo la carpeta y a pinear lo que me gusta. Si lo que vi no me convence, sigo en google.
Y así fue que opté por hacer...
Las invitaciones, coronitas, "chirimbolos" para las pajitas, toppers para cupcakes, tarjetas de gracias y un cartelón.
También armé una piñata, que Matias bautizó "il mostro"... Los tanitos no están acostumbrados a la piñata y no saben para qué sirve. Usar un globo grande y reventarlo no era una buena idea, porque Mati se asusta con los ruidos y golpearla con un palo al estilo mexicano tampoco, porque la agresividad no hay que fomentarla. Entonces, hice una mezcla de torta de quince con las tiritas y piñata de cartón. La forré con owata para simular la nieve y le pegué boca, nariz y ojos de cartón. Los compis no entendían nada y no sabían lo que iba a pasar al tirar de las cintas, así que se sorprendieron cuando descubrieron las golosinas que cayeron de Olaf.
Modelé el muñequito que utilicé para las dos tortas (la de la escuela y la de casa, para el festejo con la parentela) y fui repostera por tres días, haciendo los bizcochuelos, el dulce de leche y las tapitas de los mini alfajores de maicena.
Al final pudimos festejarlo el mismisimo viernes 13, en el jardín, con todos los compañeritos vestidos de carnaval. Y con mi cowboy favorito...
Fue nuestro último cumple en la escuela, porque en primaria ya no dejan "invadir" como hago yo... pero para el próximo año falta y ya veremos...
Este año, Mati se puso las velitas en la torta solo y las apagó. Se autocantó "tanti auguri" y abrió sus regalos contento.
Fue una semana trabajosa pero esa sonrisa, me paga la fatiga y ese abrazo, quita todo el cansancio.
Pero no te das cuenta de la vejez por el tiempo en sí, o porque te ves arruinado ( o sí, pero hacés de cuenta que seguís siendo "pendex inside") los que delatan sin piedad el paso del tiempo son los niños.
Y mi cronómetro personal, está grande y alto, cumplió sus 6 años y los festejamos.
Me gusta festejarlo (ya lo saben!) y disfruto hacerle todo. Me hace acordar cuando no existía el cotillón y mi mamá hacía los bonetes, las bolsitas, las tarjetas... supongo que de ahí viene la pasión por decorar las fiestas.
Generalmente, hago la fiesta en función del dibujito o juego que Matias prefiere en ese momento.
Esta vez le tocó el turno a Frozen. Pero claro, las princesas de Frozen no son lo más adapto para una fiesta de varón y los muchachos del dibujito, tienen roles secundarios... así que opté por el muñeco de nieve Olaf.
Empiezo buscando inspiración en Pinterest, me armo la carpeta y a pinear lo que me gusta. Si lo que vi no me convence, sigo en google.
Y así fue que opté por hacer...
Las invitaciones, coronitas, "chirimbolos" para las pajitas, toppers para cupcakes, tarjetas de gracias y un cartelón.
También armé una piñata, que Matias bautizó "il mostro"... Los tanitos no están acostumbrados a la piñata y no saben para qué sirve. Usar un globo grande y reventarlo no era una buena idea, porque Mati se asusta con los ruidos y golpearla con un palo al estilo mexicano tampoco, porque la agresividad no hay que fomentarla. Entonces, hice una mezcla de torta de quince con las tiritas y piñata de cartón. La forré con owata para simular la nieve y le pegué boca, nariz y ojos de cartón. Los compis no entendían nada y no sabían lo que iba a pasar al tirar de las cintas, así que se sorprendieron cuando descubrieron las golosinas que cayeron de Olaf.
Modelé el muñequito que utilicé para las dos tortas (la de la escuela y la de casa, para el festejo con la parentela) y fui repostera por tres días, haciendo los bizcochuelos, el dulce de leche y las tapitas de los mini alfajores de maicena.
Al final pudimos festejarlo el mismisimo viernes 13, en el jardín, con todos los compañeritos vestidos de carnaval. Y con mi cowboy favorito...
Me llevé la artillería globera, con el número seis, Olaf y los nenes felices con los globos inflados con helio en el techo.
Este año, Mati se puso las velitas en la torta solo y las apagó. Se autocantó "tanti auguri" y abrió sus regalos contento.
Fue una semana trabajosa pero esa sonrisa, me paga la fatiga y ese abrazo, quita todo el cansancio.



Maite, qué preciosura todo lo que hiciste! Y se nota el amor con que todo se hizo! Qué Mamma que tiene Matías! Besotes!
ResponderBorrarGenial!!! cuanta creatividad querida Maité!!! ya debería estar acostumbrada , pero siempre me sorprendés:)
ResponderBorrarFeliz cumple (con retraso) a los 3!
que lindo!!!! ya llega el cumple de Maxi, el 27/3 y yo todavia no se que hacer.......
ResponderBorrarQué lindo que te salió todo, nena!!!!!!! :) Te felicito y los felicito, a él por sus seis de vida... y a vos por tus seis de madre!!! :)
ResponderBorrarUn enorme cariño!
ADORA
Sos muy grosa, Mai!!!
ResponderBorrarTodo todo bello bello. Y su sonrisa GIGANTE!! Es feliz, tu príncipe!
ResponderBorrarMe fascinan esos globos con los números.
Sigo sin poder creer que cumple 6 años...
Besote!