Enero casi entero

- Darle enter a la solicitud de inscripción para primer grado y sentir cosquillas en la panza. Mi bebé está grande...

- Que te pidan el certificado de vacunas completas (que supuestamente son optativas, porque los padres se hacen responsables) para admitirlo en la escuela y tener que darle la última, quita el sueño. Porque las vacunas no provocan el autismo... o sí? (El cuento del huevo o la gallina)

- Hacerle la "historia social" a Matias, con los pictogramas, explicándole que primero vamos al consultorio de la pediatra y después al centro de vacunación.

La historia y el diploma de "bambino coraggioso"

Y se queda tranquilo, no llora ni grita, se deja visitar y también vacunar... Llevamos el maletín de enfermera de Peppa Pig! Y por cada utensillo que agarraba la doctora, él también lo tenía! Entonces se dejó auscultar, le controló los oídos y hasta abrió la boca y sacó la lengua... Parece un sueño, pero fue real.

El maletín de Peppa y los instrumentos médicos

Cuando fuimos al centro de vacunación, jugamos un rato con la jeringa de juguete. Nos daba las vacunas y nosotros decíamos "Ay, qué dolor! Ya pasó, estoy bien!" y después a él. Cuando llegó el momento de la vacuna verdadera (fueron dos, un pinchazo en cada pierna) se la bancó lo más bien, diciendo sólo "ayyy! Me hace mal!".
Estuvo más nervioso Mr Love que Mati. Por eso a Matias le dieron su diploma de "Niño Valiente" (al padre no se lo hubieran otorgado!). Todo se puede aprender jugando.

Y miro para atrás incrédula del tiempo que pasó y de cuánto hemos crecido juntos. La llave para llegar a Matias no era imponer por la fuerza, era explicarle con imágenes qué es lo que iba a pasar. Todavía tenemos problemas para cortar el pelo y las uñas de los pies. Pero seguiremos trabajando.

- En días positivos, pienso que el autismo es (casi) bueno, porque me hace valorar cada pequeño progreso que en otros niños se da de manera instintiva y pasa desapercibido.
En días negativos, me pregunto por qué no podemos tener una vida normal... pero por suerte son pocas veces al año! Pero tuve un día de furia la semana pasada.
A la mañana no se quería vestir. Intenté despertarlo antes, para que remoloneara más tiempo. Pero nada. Una semana de locura. Yo lo vestía y èl se desvestía, volviéndose a poner el pijama. (OK! Gran suceso que sepa vestirse y desvestirse solito, pero no era el momento para demostrármelo!).
Pasé por todos los estados para pedirle que se vista. Le hice mimitos, jugamos un poco, me puse seria-amigable, me puse seria-autoritaria, seria-enojada, enojada. A mi enojo, él respondió con pellizcones y empezó a tirarme cosas. Lo reté. Una hora y media después, me superó, me puse a llorar. Me sentí perdida e incapaz de lograr que mi hijo se vista para ir a la escuela. Llamé a Mr Love para que venga a ayudarme. Llamé a la maestra para decirle que me resultaba imposible llevarlo. La maestra me dijo: "Que no te gane. Así sean las once de la mañana, traelo. No te preocupes por el horario, así sea por cinco minutos, se tiene que quedar en la escuela. Que sepa quien tiene la autoridad."
Logré vestirlo y a las 10:15, Mr Love lo acompañó al jardín. Estuvo rebelde también en la escuela.
Ese día, estuvo en castigo. Ni tele, ni PC, ni tablet. Jugó con juguetes, en casa. Sabía que estaba en penitencia y trató de hacer las paces, pero intuía que yo estaba enojada con él y no daba el brazo a torcer.
Al día siguiente, se levantó enseguida. Se vistió sin decir nada. Fue al jardín y trabajó bien.

Y volvieron los días positivos.

- La logopeda nos dijo que últimamente repetía una escena, una y otra vez. Y cantaba.
Ya lo habíamos notado. De la música, me dí cuenta que se trataba de Frozen. La habíamos visto al cine y un par de veces en casa... Pero no cantaba la versión italiana, le gustaba la canción en inglés.
Entonces, busqué en youtube. Había un video, con la letra para karaoke.
Y quedamos asombrados. Porque no cantaba solamente "en inglés", también hacía la parte de "Elsa"... así que está listo para el musical. Les dejo el video... "lerigouuuu"