Cuando sea grande
Ultimamente, hay cosas que me dejan pensando... ¿serà por eso que me duele tanto la cabeza?
Yo me reconozco exigente, insegura, indecisa. Y este trinomio muchas veces me paraliza. Hace que no me anime a realizar muchas cosas, porque no me siento capaz o porque creo que no voy a estar a la altura de las circunstancias.
Cuando terminé la secundaria, me gustaba matemática y literatura. Obviamente, no había una carrera que uniera las dos, primer gran dilema.
Buscando en los planes de estudio, trataba de entender por el nombre de las materias si podían llegar a gustarme. Y aunque la publicidad me gustaba, tenía miedo que "no se me ocurrieran ideas" creativas... entonces, me anoté en ingeniería industrial que tenía un mar de matemáticas.
¿Qué pasó? Cuando se me terminaron todas las matemáticas, al cuarto año, ya no me gustó más. Y entre lágrimas, mientras trataba de entender cómo hacer para bombear dulce de leche por una cañería para mecánica de fluidos, mi mamá me dijo: si no te gusta, abandoná! Hacé lo que te guste.
Lo sentí como un fracaso, pero era evidente que mi futuro no era ese.
Mientras estudiaba, explicaba matemática a primos, amigos de mi hermana, vecinos de casa... pero siempre gratis. ¿Por qué? Porque no me sentía segura y una cosa era hacerlo de favor y otra como trabajo. Hasta que entendí que, si había algo que no sabía, podía consultar los libros. Y así fue, que empecé a cobrar por mis clases. El resultado fue increíble, se fue corriendo la voz y al final trabajaba todo el día sin pausa.
Después, me cambié a comunicación social. Materias equivalentes con la carrera anterior: ninguna.
Empecé a trabajar en una agencia de publicidad, primero como pasantía gratis. Hasta que me tomaron efectiva y así, tuve que dejar a mis alumnos.
Trabajar en la agencia me gustaba mucho, pero también me saturaba.
A fines del 2002 nos vinimos a Italia, dejé el mundo de la publicidad... hasta que volví a trabajar en una agencia local. Primero como secretaria, con mi precario dominio de la lengua italiana me pusieron a atender el teléfono. Tenía pánico de no entender o de no poder expresarme, pero la necesidad de un ingreso era más importante que el miedo y me presenté, fui aprendiendo y mejorando. Trabajé seis años y me redescubrí diseñadora gráfica sin serlo.
Desde hace unos años, mi mamá abrió un negocio de souvenirs. Le pidieron si decorábamos salones y realizábamos ambientaciones para fiestas. La respuesta fue: no. La clienta insistió, "por favor, yo confío en el buen gusto de ustedes". Y así, con mi hermana, hicimos la primera fiesta de cumpleaños y anduvo bien. Vinieron las siguientes... nos hicimos buena fama y hasta nos llaman de ciudades vecinas, nos descubrimos decoradoras (sin serlo) y por el momento, seguimos en ello.
Pero me da vueltas en la cabeza una pregunta: ¿qué quiero ser?
Como siempre, tengo la hoja en blanco. Hay tantos "quisiera", pero tengo la mano bloqueada de inseguridad. Será cuestión de hacer tripa-corazón, tirarse a la pileta y desear que esté llena.
Yo me reconozco exigente, insegura, indecisa. Y este trinomio muchas veces me paraliza. Hace que no me anime a realizar muchas cosas, porque no me siento capaz o porque creo que no voy a estar a la altura de las circunstancias.
Cuando terminé la secundaria, me gustaba matemática y literatura. Obviamente, no había una carrera que uniera las dos, primer gran dilema.
Buscando en los planes de estudio, trataba de entender por el nombre de las materias si podían llegar a gustarme. Y aunque la publicidad me gustaba, tenía miedo que "no se me ocurrieran ideas" creativas... entonces, me anoté en ingeniería industrial que tenía un mar de matemáticas.
¿Qué pasó? Cuando se me terminaron todas las matemáticas, al cuarto año, ya no me gustó más. Y entre lágrimas, mientras trataba de entender cómo hacer para bombear dulce de leche por una cañería para mecánica de fluidos, mi mamá me dijo: si no te gusta, abandoná! Hacé lo que te guste.
Lo sentí como un fracaso, pero era evidente que mi futuro no era ese.
Mientras estudiaba, explicaba matemática a primos, amigos de mi hermana, vecinos de casa... pero siempre gratis. ¿Por qué? Porque no me sentía segura y una cosa era hacerlo de favor y otra como trabajo. Hasta que entendí que, si había algo que no sabía, podía consultar los libros. Y así fue, que empecé a cobrar por mis clases. El resultado fue increíble, se fue corriendo la voz y al final trabajaba todo el día sin pausa.
Después, me cambié a comunicación social. Materias equivalentes con la carrera anterior: ninguna.
Empecé a trabajar en una agencia de publicidad, primero como pasantía gratis. Hasta que me tomaron efectiva y así, tuve que dejar a mis alumnos.
Trabajar en la agencia me gustaba mucho, pero también me saturaba.
A fines del 2002 nos vinimos a Italia, dejé el mundo de la publicidad... hasta que volví a trabajar en una agencia local. Primero como secretaria, con mi precario dominio de la lengua italiana me pusieron a atender el teléfono. Tenía pánico de no entender o de no poder expresarme, pero la necesidad de un ingreso era más importante que el miedo y me presenté, fui aprendiendo y mejorando. Trabajé seis años y me redescubrí diseñadora gráfica sin serlo.
Desde hace unos años, mi mamá abrió un negocio de souvenirs. Le pidieron si decorábamos salones y realizábamos ambientaciones para fiestas. La respuesta fue: no. La clienta insistió, "por favor, yo confío en el buen gusto de ustedes". Y así, con mi hermana, hicimos la primera fiesta de cumpleaños y anduvo bien. Vinieron las siguientes... nos hicimos buena fama y hasta nos llaman de ciudades vecinas, nos descubrimos decoradoras (sin serlo) y por el momento, seguimos en ello.
Pero me da vueltas en la cabeza una pregunta: ¿qué quiero ser?
Como siempre, tengo la hoja en blanco. Hay tantos "quisiera", pero tengo la mano bloqueada de inseguridad. Será cuestión de hacer tripa-corazón, tirarse a la pileta y desear que esté llena.

Maiiiiiiiiiiiii!!!!
ResponderBorrarbombeadora de dulce de leche!!!!!!!!!! de una!!!!
te quiero, te adoro y aunque te tires al inodoro todo va a estar bien!
vos sos una MAGA y eso tiene que ser suficiente (por lo menos para flotar en la pileta!
loviote!!
Relee lo que escribiste. Vos seguís poniendo la palabra insegura ante todas las actividades que hiciste, pero siempre fuiste exitosa en lo que hiciste! Digo, te felicitan, tenés cada vez más clientes, mejorabas en cada trabajo que tenías.
ResponderBorrarEso sí, cuál es tu verdadera vocación? Ahí ni idea! No tengo bien definida la mía, así que busquemos juntas!! querés?
Mai sos una diosa, lo que se te va poniendo delante hace que salgas fortalecida y victoriosa! Hace bien dudar, pensar y repensar!
ResponderBorrarUn besote enorme
Mai, a mí me encantaría hacer lo que hacés!!! :D
ResponderBorrarHay que ser muy hábil y capaz para ser exitosa en cosas tan disímiles como las que has atravesado!
ResponderBorrarMientras seas feliz... que importa la respuesta?
Besos
MAI saludos, que todos estén llenos de salud, no debes de lamentarte lo que has echo lo has echo bien y has tenido muy buena suerte (aunque no lo creas), yo trabajaba en un banco, mis hijos son graduados de diseñadores gráficos en una de las mejores universidades de mi pais, y desde que estamos aqui, solo me sale trabajo de limpiar casas, y mi hijo si trabaja en diseño, pero en su empleo tiene que hasta arreglar las computadoras osea con las unas, por un sueldo muy bajo (no lo se si es porque es un pueblo pequeño o porque la gente aquí es así), Pero no tienes que mirar para tras te a ido bien, SALUDOS MUCHA SUERTE Y PA LANTE , PA LANTE
ResponderBorrarA ver, a veeeer... lo que buscas es un título final y que te reconozca como una persona capaz de emprender, de enfrentarse a nuevos retos sin temor, que hace bien y profesionalmente las cosas, que siente curiosidad por más porque con lo que sabe no tienen bastante......... y que además es hija, hermana, mamá, señora esposa, mujer con todo lo que ello comporta????
ResponderBorrarPues será difícil, amiga mía. No puedes imaginarte cómo te vemos los demás desde afuera, desde lejos? Una pena porque eres genial.
Ahora bien, si lo que necesitas es terminar unos estudios para sentir que concluyó una de las etapas formativas -porque ni tu ni yo vamos a terminar nunca de querer saber más- lo reconozco, porque yo pasé por ello hasta que dije "se acabó", y me diplomé, me licencié, me doctoré dos veces e hice un máster, todo ello en menos de 10 años. Di el empujón y listo, me demostré que podía que es lo que yo temía, el no poder.
Bueno, un abrazo y perdón por el rollo :))
Leo esto y me siento identificada, tampoco sé qué quiero hacer y estoy en un punto de mi vida quieto, en blanco, que me permite hacer lo que quiera, pero qué es?...si lo descubres cuéntame ;)
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