Momentos de terror
El viernes, conocí a Valeria, una amiga de FB, argentina casada con un siciliano. Vinieron hasta Sciacca, con sus dos hijitos, Arianna (de la edad de Matias) y Alessio (un poquito mas chico).
Fuimos a comer la pizza, charlamos y después fuimos a la plaza para que los peques dieran unas vueltas a la calesita.
Nuestras salidas con Matias, generalmente cumplen esta rutina: 10 minutos en el laberinto-pelotero, 2 o 3 vueltas en la calesita, algunas monedas en el trencito de la heladeria, correr por la plaza libre y de vuelta a casa.
El laberinto ya lo habíamos hecho, mientras los niños daban vueltas en la calesita, yo me senté con Vale en un banco, charlábamos y los saludábamos cada vez que pasaban... y Mr Love, le mostraba al marido de Valeria, la vista del puerto, desde la otra parte de la calesita, apoyados en la reja que se ve en la foto.
Mati va por épocas, primero le gustaba dar las vueltas en el tren, después tuvo un período de jeep, desde hace un tiempo, le gusta el globo aerostático, que además de girar, da vueltas sobre sí mismo.
Pasó el primer giro. Pasó el segundo, lo saludo y justo se detiene la calesita, del lado contrario a donde estaba sentada yo. Como enseguida iniciaba el tercer giro y Matias no cambia de juego, me quedé sentada, porque si no hay nenes que quieran subir, entre vuelta y vuelta no espera más de un par de minutos...
Viene Mr Love, y me dice: Mai, y Matias?
Está en la calesita!
No, en el globo no está!
Desesperación total. En un segundo, el terror se apoderó de mi. Salimos los dos disparados... pensamos que (gracias a que) es rutinario, seguramente estaba en el tren de la heladeria que queda en la otra punta de la plaza.
Pero era inútil que los dos corriéramos para el mismo lugar! Me quedé inmóvil en el medio de la plaza, mirando entre la gente, buscándolo... porque es inútil llamarlo, no contesta. No te dice, mamá acá estoy!
En un momento, veo al lado del gacebo de un bar que está en frente de la plaza, a un grupo de música que estaba preparándose para tocar, conectando los instrumentos para hacer la pruba de sonido.
En ese instante, se me encendió la lamparita! LA BATERIA!!!
Me fui corriendo para ahí, se abre la gente que estaba alrededor... y sentadito en la banqueta, con los palillos en la mano, lo veo a Matias que tocaba la bateria. Al lado, el verdadero baterista, que lo miraba y sonreía. Le pido disculpas, le saco los palillos, se los doy y él me devuelve el muñequito de plástico de Mati. Lo alzo aupa, me temblaban las rodillas... voy caminando hacia la heladeria para calmar a Mr Love, que no me ve, pero yo veo la desesperación en su cara.
Todo pasado. Susto. Cargo de conciencia. Tragedia evitada. Hacer hipótesis de lo peor que hubiera podido suceder no sirve.
Puede pasar. Me pasó. No se lo deseo a nadie.
Fuimos a comer la pizza, charlamos y después fuimos a la plaza para que los peques dieran unas vueltas a la calesita.
Esta es la calesita
Esta es la plaza central Angelo Scandaliato, donde está la calesita.
Nuestras salidas con Matias, generalmente cumplen esta rutina: 10 minutos en el laberinto-pelotero, 2 o 3 vueltas en la calesita, algunas monedas en el trencito de la heladeria, correr por la plaza libre y de vuelta a casa.
El laberinto ya lo habíamos hecho, mientras los niños daban vueltas en la calesita, yo me senté con Vale en un banco, charlábamos y los saludábamos cada vez que pasaban... y Mr Love, le mostraba al marido de Valeria, la vista del puerto, desde la otra parte de la calesita, apoyados en la reja que se ve en la foto.
Mati va por épocas, primero le gustaba dar las vueltas en el tren, después tuvo un período de jeep, desde hace un tiempo, le gusta el globo aerostático, que además de girar, da vueltas sobre sí mismo.
Pasó el primer giro. Pasó el segundo, lo saludo y justo se detiene la calesita, del lado contrario a donde estaba sentada yo. Como enseguida iniciaba el tercer giro y Matias no cambia de juego, me quedé sentada, porque si no hay nenes que quieran subir, entre vuelta y vuelta no espera más de un par de minutos...
Viene Mr Love, y me dice: Mai, y Matias?
Está en la calesita!
No, en el globo no está!
Desesperación total. En un segundo, el terror se apoderó de mi. Salimos los dos disparados... pensamos que (gracias a que) es rutinario, seguramente estaba en el tren de la heladeria que queda en la otra punta de la plaza.
Pero era inútil que los dos corriéramos para el mismo lugar! Me quedé inmóvil en el medio de la plaza, mirando entre la gente, buscándolo... porque es inútil llamarlo, no contesta. No te dice, mamá acá estoy!
En un momento, veo al lado del gacebo de un bar que está en frente de la plaza, a un grupo de música que estaba preparándose para tocar, conectando los instrumentos para hacer la pruba de sonido.
En ese instante, se me encendió la lamparita! LA BATERIA!!!
Me fui corriendo para ahí, se abre la gente que estaba alrededor... y sentadito en la banqueta, con los palillos en la mano, lo veo a Matias que tocaba la bateria. Al lado, el verdadero baterista, que lo miraba y sonreía. Le pido disculpas, le saco los palillos, se los doy y él me devuelve el muñequito de plástico de Mati. Lo alzo aupa, me temblaban las rodillas... voy caminando hacia la heladeria para calmar a Mr Love, que no me ve, pero yo veo la desesperación en su cara.
Todo pasado. Susto. Cargo de conciencia. Tragedia evitada. Hacer hipótesis de lo peor que hubiera podido suceder no sirve.
Puede pasar. Me pasó. No se lo deseo a nadie.


wow, pasado el mal trago, es una muy buena noticia que se haya movilizado tan independientemente para tocar la bata! Felicitaciones a él :)
ResponderBorraren breve habemus mini baterista en casa???????? ejem ejem!
ResponderBorrarson momentos de mierda, te ves como 3 pelis de terror en cuestion de min. y sin embrago la vida sigue!
(sigo pensando lo de la correa para pibes ...)
Son los segundos más largos, nos pasó un par de veces (ejem...).
ResponderBorrar¿Para cuando la batería?
Beso
Ay, nena, qué susto!!!!!!!
ResponderBorrarBueno, si, ya pasó y quedó en anécdota!
Tranquila!
ADORA
www.labandasiguiotocando.blogspot.com
Pobres padres!!!! son segundos de terror, la peor pesadilla. Qué suerte que lo viste enseguida. Creo que a casi todos los padres, alguna vez nos pasó. Besos.
ResponderBorrarVicky
MAI, que susto!!!!, creo que a la mayoría nos ha pasado, recuerdo que el mio se perdió en MAXCY una tienda por departamento de 3 pisos, se como te sentiste HORROR!!!, gracias a Dios que vives en un pueblito, y debe ser como donde yo vivo, la mayoría saben quien eres, tenemos la fortuna de vivir en sitios muy tranquilos. Bueno ya sabes que el enano sera un gran baterista jajajaja saludos
ResponderBorrarAy Maiiiiiiii estoy con piel de gallina!
ResponderBorrarComo en una película!
Qué bueno que tu hijito de todas formas, la estaba pasando bien pero qué momento de terror, es cierto! Besos!
Uf, alivio. Pues era el 15 de agosto de este año, hace unos días (verás qué bien te he entendido el pánico), cuando a las 9,30 de la noche no se puede subir a casa porque hay fiesta en la localidad y han cerrado por un rato. Venimos los cuatro de visitar a una amiga. Como nos hemos entretenido y se ha hecho tarde, el peque no puede ir a casa de su amigo a jugar. Se enfurruña y sube andando a casa, él por un camino y nosotras por otro mientras el Sr. Padre espera a subir con el coche hasta casa. Llegamos a la puerta y no tengo llave. Llega el Sr. Padre, nos abre y hago la cena. El peque sin venir. Pienso que ya le dura mucho el enfado pero hay fiestas en el pueblo. Las 11 de la noche. Voy a buscarle por todo el pueblo. A las 12 informo a la policía. A las tres de la mañana informan a todo el pueblo por los altavoces del ayuntamiento. Todos los vecinos con linternas, perros... a las cuatro van a dar parte a desparecidos.
ResponderBorrarA las 4 y media de la madrugada subo a dar un beso a la niña y ¿Quién estaba como un tronco roncando en su cama? Pues sí.
Dejamos la puerta mal cerrada al marcharnos y había entrado antes que todos nosotros, volviéndola a cerrar desde dentro correctamente. Menudo susto.
Felizmente acaban ambas historias, amiga mía.
Un beso a los tres y cafelito.
Ah noooo muerta estoy! Vero, qué odisea! La mia al menos se terminò enseguida... no quiero imaginar qué desesperaciòn amiga! Por suerte final feliz! Besote
BorrarMai, que susto! Se perdió una vez mi hijo en Unicenter. Es un segundo. Pero lo primero que pensas es se lo llevaron... Estaba a 10 metros mirando unos peluches, pero lo que corri por el shopping hasta que lo encontraron... No tiene nombre. El peor momento de mi vida, por lejos.
ResponderBorrarAy me hiciste vivir una adrenalina tremenda, cómo contas las historias!!
ResponderBorrarCuando era chiquita me perdí y me quedó una angustia por no encontrar a mi mamá! Después todos felices, son los segundos/minutos más desesperantes de tu vida, si lo fue para mí de nenita te imaginas para mis papás? Horrible!
Pero a todos nos pasa y, btw: bien ahí el nene manejandose solo para ir a la bata y tocarla ;) Hay que rescatar las cosas positivas de los malos momentos!
Un beso! Aya*
Qué situación horrible Mai! Qué bueno que pasó rápido, pero esos segundos de desesperación equivalen a horas!!
ResponderBorrarTe mando un beso grande :)
MAI! tu relato me hizo poner piel de gallina!!
ResponderBorrarGenio, en la batería...
Nunca me pasó con Hija, pero yo de pequeña era muy de fugarme y desaparecer y le di 5mil sustos a mi pobre madre!! no me lo puedo imaginar!
ResponderBorrarahora, me morí con la imagen de él sentadito en la batería! =D
Baci cara amica!
Hay no!! Me imagino el momento!! TERRIBLE!!
ResponderBorrarpero bueno, que lindo verlo en la bateria con los palillos en la mano no?
que tengas un lindo domingo, acà LLUEVE CON TODO!
un beso grande
Anabella
AMIGAAAAA no se como hacerte llegar este mensaje, tengo una amiga que esta en este grupo y me parece que para ti es interesante el enlace es este: https://www.facebook.com/pages/Aspau/223092593115?ref=profile
ResponderBorrarno se si veras este aviso porque no es muy riciente tu escrito, pero ni NPI de como escribirte para que veas este espacio. BESOS Y MUCHA SUERTE