Dando señales

Más vale que repunte, porque este blog viene de mal en peor. ¿Una entrada por mes? Habráse visto que desfachatez...

¿Todavía hay alguien del otro lado? Y bue... sino me volverá el eco o el ruidito de los grillos (cri cri cri).

¿La verdad verdadera? 100% paja. Ponerme a escribir es un ejercicio mental que muchas veces prefiero no hacer y dejar que la vida fluya. No quiero que sea el diario de una madre enquilombada o las penurias de la vida cotidiana... por eso dejo que se me pase para volver a escribir de tonterías y liviandades.

Estoy mucho en el féisbuk para qué negarlo. El grupo de las MAE ("mamás argentinas en..." -vale la pena aclarar porque sino parece que pertenezco a una secta!-) me atrapa, me divierte, me despeja...

Mati todo bien, seguimos con las terapias y no retrocedimos en las palabras. La semana que viene tenemos consulta de psicomotricidad y la próxima el control con la Doc (así con mayúscula!) que nos encaminó bien para que mi rey empezara a hablar y como hemos alcanzado los objetivos que nos fijó la vez anterior, tenemos que pautar nuevas metas.

Mientras, de los papeles, abogados y recursos varios, hemos logrado que nos dieran más horas semanales con la maestra especial... y aunque no estemos contentos con "la tipa" que nos tocó, le damos otra oportunidad para que conozca mejor a Matias y entienda cómo encararlo. La mujer esta se presentó diciéndome "yo no soy una baby sitter, no pretenda que haga demasiado porque no sé qué puedo hacer con 6 horas semanales... le aviso que si me llega el encargo de otro nene con más horas yo me voy, hay nenes que necesitan autoridad y mano dura". Todas estas frases las dijo en un monólogo de presentación que me dejó los pelos de punta y las ganas de echarla a patadas... o rogar que le dieran más horas con otra criatura para que no se acercara a Matias.

Cuando se lo conté a Mr Love, al día siguiente fue él a llevar a Mati a la escuela y a conocer a la Sra.
Y se encargó de ponerle algunos puntos en claro...
Uno de ellos fue decirle que la mano dura se la guardara para ella, porque Mati es un nene tranquilo y sonriente... y si quiere tener buenos resultados, no tiene que alzar la voz ni tratarlo con prepotencia, basta que le explique las cosas bien, con calma y con buenos modos (Y si de vez en cuando, le sonrie... mucho mejor!).

La verdad es que no me quedé para nada tranquila y al día siguiente, fui a hablar con Floriana (la maestra rubia, de la que mi hijo està profundamente enamorado!). Ella me tranquilizó, me dijo que le habló a la Sra. y que ese dia que nos conocimos, no dió lo mejor de si misma... que estaba enojada por otras razones y se presentó en el peor de los modos. Pero que me quedara tranquila que era una buena maestra y sobre todas las cosas, que ella misma no le iba a sacar los ojos de encima y le iba a explicar cómo es Matias. Y bue... otra no queda, habrá que darle una oportunidad y quizás ahora que tiene más horas a disposición, le pone más onda...

El resto? Nada, es historia. La vida es bella y no vale la pena amargarse por días nublados...