Chau abuelita
La conozco desde que nací... o ella me conoce desde que nací.
Y tuvimos un amor recíproco. No teníamos lazos de sangre en común, pero así y todo, era mi tía, mi abuela, mi mamá y casi hasta mi suegra (ja!).
Sus anteojos grandes, sus cejas tupidas. Su mueca para sacarse los dientes postizos.
Su arremangarse la pollera, enganchándola en el elástico de la bombacha cuando le "agarraban los calores".
Sus ataques de risa contagiosa hasta hacerse pis.
Su memoria prodigiosa, que ayudaba a completar la poesía de los reyes magos o la canción del preso número nueve.
Su cultura general que nos destruía cuando jugábamos al carrera de mente.
Tantos libros leídos, pasándonos novelas de Sidney Sheldon o Isabel Allende...
Su mano para la cocina... inolvidables las empanadas de carne, los pecetos con ciruelas, la torta de merengues y frutillas...
Su paciencia infinita para revisarnos la cabeza al rayo del sol, a la caza de piojos y liendres.
Los besos en la cabeza...
Los veranos compartidos... los termos con salchichas para el panchito en la playa!
Las fiestas juntos...
No soy oro en polvo, todo corazón... pero vos me veías así.
Porque me querías... y yo a vos.
Te vas, sin conocer en persona a Matias.
Te vas, sin conocer a tu nieta que tiene que nacer.
Te vas... y yo tan lejos, sin poder decirte lo mucho que te quiero y cuánto te voy a extrañar.
Y esta canción siempre me hace pensar en vos y la seguimos cantando juntas...
Chau Elba.
Y tuvimos un amor recíproco. No teníamos lazos de sangre en común, pero así y todo, era mi tía, mi abuela, mi mamá y casi hasta mi suegra (ja!).
Sus anteojos grandes, sus cejas tupidas. Su mueca para sacarse los dientes postizos.
Su arremangarse la pollera, enganchándola en el elástico de la bombacha cuando le "agarraban los calores".
Sus ataques de risa contagiosa hasta hacerse pis.
Su memoria prodigiosa, que ayudaba a completar la poesía de los reyes magos o la canción del preso número nueve.
Su cultura general que nos destruía cuando jugábamos al carrera de mente.
Tantos libros leídos, pasándonos novelas de Sidney Sheldon o Isabel Allende...
Su mano para la cocina... inolvidables las empanadas de carne, los pecetos con ciruelas, la torta de merengues y frutillas...
Su paciencia infinita para revisarnos la cabeza al rayo del sol, a la caza de piojos y liendres.
Los besos en la cabeza...
Los veranos compartidos... los termos con salchichas para el panchito en la playa!
Las fiestas juntos...
No soy oro en polvo, todo corazón... pero vos me veías así.
Porque me querías... y yo a vos.
Te vas, sin conocer en persona a Matias.
Te vas, sin conocer a tu nieta que tiene que nacer.
Te vas... y yo tan lejos, sin poder decirte lo mucho que te quiero y cuánto te voy a extrañar.
Y esta canción siempre me hace pensar en vos y la seguimos cantando juntas...
Chau Elba.
Mai, qué ternura de mujer que describís y qué tristeza. Lo siento mucho. Besos y abrazos.
ResponderBorrarMai!! hermoso post, que lindo que puedas recordar a tu abuela asi, hacelo siempre.
ResponderBorrarLa distancia en estos momentos es una super cagada, pero aferrate a eso hijo hermoso que tenes y cargate de muchas hormonas del amor!
Te quiero mucho
besos y fuerza
un abrazo inmenso Mai!
ResponderBorrarMai, tanta ternura me das....y aca estoy llorando !!
ResponderBorrarCada vez que el sol te acaricie ella te estar besando en la cabeza, nadie muere mientras se lo recuerde...
ResponderBorrarCuanto cariño demuestras a través de este post... debe haber sido alguien muy especial...
ResponderBorrarouch, qué decirte, agarrate fuerte de ese toco de recuerdos lindos!
ResponderBorrarUna hermosura de persona Mai...un fuerte abrazo.
ResponderBorrarOh que pena! Me hiciste emocionar leyendo esto. Estuvieron "tan lejos, tan cerca" el último tiempo, pero el amor siguió intacto. Pensá como le gustaría leer estas palabras ...
ResponderBorrarun beso
Mai besote enorme!!!
ResponderBorrar