Amici come prima

Que traducido sería, "amigos como antes".

Amigos como antes de terminar el secundario...
Amigos como antes de terminar la universidad...
Amigos como antes del noviazgo... (no way!)
Amigos como antes de la era FB...
Amigos como antes del blog...
Amigos como antes de irme de Argentina...

No existe ser "amigos como antes de". Porque ese momento, te cambia la vida, cambia las personas y cambia la amistad misma. La cambia en importancia, en intensidad y en cantidad. No es peor o mejor, es distinto. Hay que verlo de distinta manera.

Es inútil recordar con nostalgia lo que fuimos... Mejor: "Amigos como ahora". 

No pensaba escribir nada para el día del amigo... y de hecho, ya no lo es!
La margarita de la amistad se fue deshojando... y aunque los pétalos reales que quedaron son poquitos no importa, me alcanzan con esos. En compensación me encuentro con un pimpollo tupido de amigos blogueros y virtuales. Que me acompañan diariamente y hasta saben más de mi de lo que pueden saber los que me conocen personalmente.
Ya lo he dicho tantas veces... pero es real, estando lejos, perdés lo cotidiano. Esto te lleva a desgastar un poco la amistad y aunque la remás con algún mensaje, mail o llamado perdido de vez en cuando, se mete en un estado de stand by... seguís estando, pero menos. 


En otro momento le hubiera dado más peso a no recibir mensajes o llamados un 20 de julio... hoy no. 
Hoy te digo que sé que mis amigos están, aunque a veces desearía sentirlos más cerca y más presentes. Necesitaría sentir que se preocupan por lo que me pasa y por lo que vivo con Matias... pero entiendo que es dificil decir algo, cuando ni yo misma sé qué decir... cuando ni siquiera conocen a Mati en persona. 
Y no pretendo convertirme en el ombligo del mundo, porque sé que cada uno tiene su vida y sus problemas... pero viste, un mimito de vez en cuando, que me diga mirá que estoy eh! 
Hago un mea culpa y reconozco que yo tampoco estoy tan presente como antes. Cuando mandaba cartas, mails eternos y collage fotográficos. A duras penas respondo cuando me escriben... Pero supongo que cuando una amistad es verdaderamente madura, tiene la capacidad de entender, readaptarse y evolucionar.

El año pasado recibí el mejor regalo... una videochat, hasta altas horas de la madrugada (mías!), hablando pavadas como si el tiempo se hubiese detenido y nosotras nos estuviéramos preparando para ir a bailar.

Este año, estuve más sola que Adán y Eva el día de la madre! Pero no importa...

A mis amigas de la vida, que sé que me leen, les digo que las quiero y las extraño. Y les pido disculpas por no ser la misma Maité de antes, esa que siempre tenía un mail pronto para cada ocasión, la vida me está volviendo más parca de palabras... pero sigo siendo la misma irónica, cínica y asquerosamente sincera Mai de siempre y ustedes siguen presentes en mi mente y en mi corazón.

Después me pasa que me sorprendo abriendo el blogger y  emocionándome con un post de Ann, que apenas me conoce... y sin embargo, se creó esa conexión, esas ganas de conocernos y ese presentimiento que nos dice que el día que nos veamos en vivo, pasando la barrera virtual, nos volveremos amigas de verdad. Porque lo mismo me pasó con Betty, cuando la conocí hace un par de años. 


Por eso mi anhelo en este día del amigo (que ya no es)... es poder materializar este lazo que creamos conociéndonos a través de los comentarios... y si esto no fuera posible, me conformo con saber que aunque no los vea, no estoy sola, porque las palabras que me dejan me hacen sentir querida y acompañada.

Por nuestra amistad... chin chin!