Diciembre casamentero 1
El primer casorio del mes, ya pasó. "Il cugino Calò" se casó.
Calogero, es uno de los tantos primos de Mr Love. Bonachón, campesino, tímido, nariz recta, piel rojiza, ojos celestes y panza pronunciada (por eso se ganó el apodo de “Calò Panza”, para diferenciarlo de los otros primos que se llaman igual). Hombre de pocas palabras, y las pocas que dice, la mitad son en siciliano antiguo y la otra mitad se las come. Por eso cuando lo conocí, no entendí nada de lo que me dijo, solamente atiné a inclinar la cabeza como diciéndole a todo que si y sonreí. Después Mr Love me confesó que ni siquiera ellos lo entienden, porque Calò habla para adentro... entonces tenés que enganchar la primera y la última palabra que dice para darte una noción del argumento.
Tiene 42 años y a diferencia de tantos otros cuarentones solteros que ya se consideran solterones , Calò es de esos que deseaban casarse con todas sus fuerzas. Y se lo veía en los ojos, a cada boda familiar que asistía, él se emocionaba y se imaginaba ocupando el “lugar del novio” algún día. El problema era que Calò le pifiaba al enfoque, apuntaba mal a las candidatas. La última desilusión la había tenido con Teresina, que le cortó las esperanzas cuando decidió casarse con ese enano insípido y sin panza.
Esta vez Calò la jugó de callado. De repente empezó a perder peso y a vestirse más a la moda. Lavaba el auto más seguido y no daba vueltas a la plaza con los amigotes del campo. Supimos que tanto cambio implicaba una razón, una mujer. Calò tenía novia, pero no se mostraban juntos en público, ninguna efusión ni siquiera un “mano-manuzza” (caminar juntos de la mano). Cuando salían, ella caminaba con sus amigas adelante y él, unos metros atrás con los muchachos, como si fueran barras de adolescentes a las primeras armas. Eran tan disimulados que no sabíamos cuál era “la chica de Calò panza”. Se abrieron las apuestas en familia... Primero pensamos que era la costurera gordita. Después, la amiga petisa de riguroso carré planchado. Hasta que al final supimos que era la flaca, morocha de pelo pajoso y de poca sonrisa. Nunca la presentó a nadie y al que lo apuraba, le decía la frase que usan los personajes famosos ‘que eran sólo buenos amigos’. Llegaban los rumores que se dejaban, que se amigaban, que se casaban, que no.
Este verano con el sinfín de casorios que tuvimos, en el último, Calò se presentó con su chica (es una manera de decir, porque tiene cuarenta y pico!). Y se alborotó el familierío. Todos hacían apuestas para ver a quién se la presentaba primero. Mientras estábamos esperando en el jardín para entrar al salón de fiestas, me encontré con la mirada de Calò y me hace señas para que me acerque adonde estaba él. Voy con Matias en brazos y ahí nomás me dice: Mai, te presento a Lia. Le extendí la mano y sonriente le dije: piacere. Aunque parece que el “piacere” era solo mío porque ella estuvo inmutable y no esbozó siquiera una intención de sonrisa. La cara seria de esta Rosalia alias Lia, flaca, morocha, pálida... contrastaba con el rosado rozagante y la simpatía de Calò, que miraba a todos siempre sonriente y ahora más ancho que nunca con su novia al lado.
Lo cierto es que Calò arruinó todas las apuestas familiares. Fui a la única que se la presentó así, face to face y pronunciando su nombre. Dejó pagando a todas las tías que esperaban ansiosas examinar de cerca a la futura señora calò. Tiró derechito para su mesa y de ahí no se movieron en toda la fiesta.
Recién a fines de octubre y con la participación en la mano, tuvimos la certeza que Calò ex-panza pasaba al bando de los casados. Las tarjetas las entregó Laura, la hermana de Calò, porque tocaba la época de la vendemia y después la recolección de aceitunas y Calò estaba demasiado ocupado como para perder tiempo en la repartija. Esa fue la versión oficial, pero viendo la simpatía de la novia... no era dificil imaginar otros motivos.
El ricevimento lo hicieron a mitad de noviembre, pero como no teníamos con qué llenar el sobre, optamos por ir directamente a la fiesta y entregarle el regalo allí.
El miércoles 1 de diciembre por la mañana, se casaron. La intriga más grande era saber si la novia iba a sonreir para las fotos. La ceremonia fue emotiva, a Calò le faltaba la voz de la emoción y se le nublaba la vista por los ojos lúcidos a tal punto que el cura le tenía que soplar lo que tenía que decir. Caló era un modelo de revista de novias, elegantísimo, peinado con brushing (que le hacía hasta más pelo del que tiene) y tiernamente conmovido.
Y será que el matrimonio hace milagros, porque ese día ella sonrió y hasta me pareció linda...
Calogero, es uno de los tantos primos de Mr Love. Bonachón, campesino, tímido, nariz recta, piel rojiza, ojos celestes y panza pronunciada (por eso se ganó el apodo de “Calò Panza”, para diferenciarlo de los otros primos que se llaman igual). Hombre de pocas palabras, y las pocas que dice, la mitad son en siciliano antiguo y la otra mitad se las come. Por eso cuando lo conocí, no entendí nada de lo que me dijo, solamente atiné a inclinar la cabeza como diciéndole a todo que si y sonreí. Después Mr Love me confesó que ni siquiera ellos lo entienden, porque Calò habla para adentro... entonces tenés que enganchar la primera y la última palabra que dice para darte una noción del argumento.
Tiene 42 años y a diferencia de tantos otros cuarentones solteros que ya se consideran solterones , Calò es de esos que deseaban casarse con todas sus fuerzas. Y se lo veía en los ojos, a cada boda familiar que asistía, él se emocionaba y se imaginaba ocupando el “lugar del novio” algún día. El problema era que Calò le pifiaba al enfoque, apuntaba mal a las candidatas. La última desilusión la había tenido con Teresina, que le cortó las esperanzas cuando decidió casarse con ese enano insípido y sin panza.
Esta vez Calò la jugó de callado. De repente empezó a perder peso y a vestirse más a la moda. Lavaba el auto más seguido y no daba vueltas a la plaza con los amigotes del campo. Supimos que tanto cambio implicaba una razón, una mujer. Calò tenía novia, pero no se mostraban juntos en público, ninguna efusión ni siquiera un “mano-manuzza” (caminar juntos de la mano). Cuando salían, ella caminaba con sus amigas adelante y él, unos metros atrás con los muchachos, como si fueran barras de adolescentes a las primeras armas. Eran tan disimulados que no sabíamos cuál era “la chica de Calò panza”. Se abrieron las apuestas en familia... Primero pensamos que era la costurera gordita. Después, la amiga petisa de riguroso carré planchado. Hasta que al final supimos que era la flaca, morocha de pelo pajoso y de poca sonrisa. Nunca la presentó a nadie y al que lo apuraba, le decía la frase que usan los personajes famosos ‘que eran sólo buenos amigos’. Llegaban los rumores que se dejaban, que se amigaban, que se casaban, que no.
Este verano con el sinfín de casorios que tuvimos, en el último, Calò se presentó con su chica (es una manera de decir, porque tiene cuarenta y pico!). Y se alborotó el familierío. Todos hacían apuestas para ver a quién se la presentaba primero. Mientras estábamos esperando en el jardín para entrar al salón de fiestas, me encontré con la mirada de Calò y me hace señas para que me acerque adonde estaba él. Voy con Matias en brazos y ahí nomás me dice: Mai, te presento a Lia. Le extendí la mano y sonriente le dije: piacere. Aunque parece que el “piacere” era solo mío porque ella estuvo inmutable y no esbozó siquiera una intención de sonrisa. La cara seria de esta Rosalia alias Lia, flaca, morocha, pálida... contrastaba con el rosado rozagante y la simpatía de Calò, que miraba a todos siempre sonriente y ahora más ancho que nunca con su novia al lado.
Lo cierto es que Calò arruinó todas las apuestas familiares. Fui a la única que se la presentó así, face to face y pronunciando su nombre. Dejó pagando a todas las tías que esperaban ansiosas examinar de cerca a la futura señora calò. Tiró derechito para su mesa y de ahí no se movieron en toda la fiesta.
Recién a fines de octubre y con la participación en la mano, tuvimos la certeza que Calò ex-panza pasaba al bando de los casados. Las tarjetas las entregó Laura, la hermana de Calò, porque tocaba la época de la vendemia y después la recolección de aceitunas y Calò estaba demasiado ocupado como para perder tiempo en la repartija. Esa fue la versión oficial, pero viendo la simpatía de la novia... no era dificil imaginar otros motivos.
El ricevimento lo hicieron a mitad de noviembre, pero como no teníamos con qué llenar el sobre, optamos por ir directamente a la fiesta y entregarle el regalo allí.
El miércoles 1 de diciembre por la mañana, se casaron. La intriga más grande era saber si la novia iba a sonreir para las fotos. La ceremonia fue emotiva, a Calò le faltaba la voz de la emoción y se le nublaba la vista por los ojos lúcidos a tal punto que el cura le tenía que soplar lo que tenía que decir. Caló era un modelo de revista de novias, elegantísimo, peinado con brushing (que le hacía hasta más pelo del que tiene) y tiernamente conmovido.
Y será que el matrimonio hace milagros, porque ese día ella sonrió y hasta me pareció linda...
Qué groso Calogero!!
ResponderBorrarTe tiene confianza, por eso te la presentó a vos.
Me alegro por él!!
beso
Eso sí... por qué se casan un miércoles?? El que trabaja pide el día y se lo dan??
ResponderBorrarQué lindo que contás estas historias, Mai! Me mató lo de "mano manuzza"!!! Y me lo imaginé clarito a Calo... hasta a la novia agreta! jaja
ResponderBorrarY nunca dejo de sorprenderme cómo son los tanos con sus tradiciones... aparte del casamiento y toda la importancia que le dan, cómo vas mechando acontecimientos cotidianos como la vendimia, etc etc.
Besotes!!!!
aH! y cómo resolviste el tema vestuarioooo???
Anita: me confundis con este ANA! jajaja No sé si me la presentò porque me tiene confianza o porque no soy familiar "de mucho peso" sino que en la jerarquia de parentela estoy abajo. Cuando se casan de miércoles y trabajas, te pedis el dia si es pariente muy cercano sino vas directamente a la fiesta.
ResponderBorrarRonnie: Espero que sea feliz Calò... porque la mujer (sin conocerla) parece super agreta a simple vista. Para este casorio que era de dia, zafé con un trajecito (marron con una rayita finita blanca) de pantalon y saco entallado corto, con un top que me compre por 8 euros. Zapatos marrones altos (que ya tenia) y me hice la planchita (sin peluqueria). Asi que economicé bastante! Para el proximo todavia no sé!
Calógero significa en griego "buen viejo"... Qué sean felices y coman perdices y a mí no me dieron porque no quisieron!
ResponderBorrarHay personas que sorprenden y que de forma constante consiguen lo que se proponen con toda la paciencia del mundo.
Suerte para ellos y un beso para ti!
aaaay me callo bien Calo... asi como... que se yo...tierno. Auguri! :)
ResponderBorraray cada personaje, no??? bueno, pero bien por Calo entonces!!! A veces los diamantes en bruto cuando se pulen un poco son mejor partido que los otros, jejeje...
ResponderBorrarLindo nombre Lía y si te la presentó a vos sola seguro que te lo habías ganado, creo que se debe notar que no tenés cholulismo incorporado como el resto de la familia y que haces o decis lo que sentis! Me juego a qué fue por eso.-
Que lindo que sigas contando, siempre me entretenés!!
El avión llegó sano a Ezeiza y ya vuelve cargado de GRACIAS!! por tus hermosas palabras!!
Es casi casi la historia de mi primo!!! Excepto que antes de la novia-esposa fea y agreta había tenido dos novias, de las que ya son para casarese muy pero muy lindas, y simpáticas como si fuera poco (había tenido también de las otras, hasta un par que eran modelos)...
ResponderBorraren definitiva nadie sabe muy bien cómo terminó con esta mujer... confidencialmente una vez le dijo a mi hermana que "uno se cansa de las mujeres demasiado lindas"... pero bueno, hay lindas normales también no tenía por qué caer en eso!
En general supongo que responde a dos cuestiones no tan dilucidables a primera vista que se reducen a plata o cama... o eso quiero creer.
Como sea, si Caló llega a leerme que se tranquilice porque mi primo este año festejó su 20º aniversario de bodas...
Aunque quien sabe, por ahí Caló la contagia también un poquito (al revés no!!!!!!! salvo en lo que a lenguaje se refiere)
Besos
Me encanta como nos relatás estas historias!!! sos tan descriptiva que me imagino todo lo que está pasando... más aún después de haber estado una noche cenando en Mazara del Vallo, dónde ví como estaban "arreglados" los hombres sicilianos.
ResponderBorrarSólo espero que la flaca lo haga feliz!!!!
Besos
Ay qué cosita el primo Caló, desde acá hay gente que no lo conoce y se enterneció con su historia... capaz que la novia agreta medio que se asustó de toda la parentela no? Pero bueh, habrá que ver cómo se pone con el tiempo... por ej. mi familia política cuando me casé te habría dicho que yo era una divina y ahora que soy el diablo en la tierra, jejejeje...
ResponderBorrarQué lindo y qué alentador!!!
ResponderBorrarHubo bolsitas con confites de almendras? Y contame como fueron los souvenires que siempre son geniales en Italia.
Besos
el matrimonio así como el divorcio siempre hacen milagros Mai
ResponderBorrarme encantó el post
siempre me maravilla tu sencillez para contar
te dejo un beso muy grande
Mai
ResponderBorrarte extrañaba yo también. QUe lindo el cuento de Caló, hay esperanzas entonces...
Yo estoy en esa instancia, al mejor estilo Caló, que lo deseo pero que aún le vengo pifiando a los candidatos.
lindo leerte.. beso!
mai: gracias por lo de ayer y por toda la buena onda
ResponderBorrarsos alguien muy querible aunque estés lejos y parezca tonto y banal decirlo en internet...
pero lo siento así y quería que lo supieras
beso