Yo me quiero casar (38)

Mi ojo estaba volviendo a la normalidad, pero no podía maquillarme... así que hasta último momento me quedé sin la prueba del make up.

Parientes y amigos me avisaban que las invitaciones que había mandado a la Argentina iban llegando... una sana, una rota, una partida... En fin! No supuse que iban a ser tan delicadas, no eran las tarjetas ideales para mandar de un continente al otro y eso que las había puesto en el sobre con el plástico de las burbujitas!

Mi futuro hogar estaba casi terminado. La primera cosa que llegó fue el sofá del living. Esa sensación de tener toda la casa vacía y colocar el primer mueble, fue inmensamente placentera. Era el símbolo que indicaba que nuestro sueño se estaba haciendo realidad o simplemente era el primer paso que calmaba la ansiedad de tener la casa lista ya!

Faltaba que mi futuro marido, pusiera las tablas de los inodoros. Había visto unas muy locas con peces de colores y estrellitas de mar... divinas... pero nos ganó la sobriedad (o la economía!) y terminamos por elegir unas blancas y baratitas. Nos habían entregado los muebles de la cocina y el dormitorio. Mr Love había hecho las conexiones de gas e instalado las lámparas de techo del dormitorio y el living.

Mientras tanto yo había ido a hablar con la florista, que me quería cobrar 1.100 euros por las flores de la iglesia... Una locura! Yo le dije que más de 600 no pagaba (Ya 600 me parecía un dineral... no olvidemos que eran FLORES!!!!!!) y empecé a cambiar las flores... y a achicar los ramos. Pero al final me terminó arruinando lo mismo, porque mi mamá le agregó que unos ramitos para las nenas, un arreglo para el auto, para la solapa del novio, que los testigos, que el suegro... y la tipa redondeó en mil...el business del casorio!

Mi hermana me acompañó a comprarme los zapatos y me los terminó regalando... ciento ochenta euros de zapatos (casi me salieron más caros que el vestido!) pero eran divinos y cómodos, así que la novia con “le scarpe made in Italy” no se los iba a sacar en toda la fiesta.

Después me probé el vestido de novia con los zapatos, las medias, el portaligas y el corsette.... y me quedaba un tanto ajustadete... por consiguiente si no lograba adelgazar al menos 2 o 3 kg más, me lo pondría sin corsette abajo! Después de todo era más cómodo...

La ansiedad me daba hambre... y no me llenaba con ensalada! Me daba hambre de COMIDA!!!
Y me agarraban cosquillas en la panza cada vez que pensaba que faltaba poquisimo...así que aplastaba las mariposas con morfi.

Después estuve llevando mi ropa y acomodando las cosas de invierno en el ropero de mi nueva casa... que sensación rara ver mi cuarto (en la casa de mi mamá) que se estaba despoblando, cada vez mas vacío... saqué las fotos para llevarlas a MI CASA... los estantes... me quedaba solo la cama, la compu y la tele (que iría el último día, porque sin tele ni compu en la pieza no se puede estar!).

De a poco mi entorno estaba convirtiéndome en la señora Love...

"(...)

E' un volo a planare
per essere inchiodati qui
crocefissi al muro
Ma come ricordarlo ora
Non sono una signora
Una con tutte stelle nella vita
Non sono una signora
Ma una per cui la guerra non è mai finita
Oh no, ho no...

(...)"

(Loredana Berté - "Non sono una signora")