Yo me quiero casar (12)
Con el pasar de los días iba conociendo mejor a Mr Love. No dejaban de sorprenderme sus mensajes, sus palabras, su dulzura, su sensibilidad. Era divertido, original, ocurrente. Era espontáneo y sincero.
Al principio no bajaba las defensas y también se esforzaba por mostrarse siempre chistoso, pero le dije que se relajara, que a mí me gustaba como era en "estado normal", no hacía falta cuando estábamos solos que siguiera siendo el payaso monigote que hacía bromas todo el tiempo a los amigos.
Entonces de a poco, dejó que descubriera en la intimidad un Mr Love reflexivo, serio y a veces hasta melancólico y triste.
Yo aparecí en un momento difícil de su vida. Le habían diagnosticado tendonitis crónica, primero en la mano derecha, después en la izquierda.
El verano precedente a mi llegada, habían formado un trío musical con mi primo Antonio y otro chico llamado Luca. Todas las noches, tocaban en los pubs hasta altas horas de la madrugada y al día siguiente a las 7, otra vez a laburar. Después de dos meses ininterrumpidos de trabajar y tocar el piano por horas y no descansar, los tendones de las manos y los que van de la muñeca al codo, estaban sobrecargados, exigidos y adoloridos. Si hubiese reposado, la inflamación hubiera desaparecido y con el tiempo se curaba. Pero no lo hizo, y sin saberlo, ese dolor y ese agotamiento en las manos y en los antebrazos no lo abandonarían nunca más.
Cuando yo lo conocí estaba paralizado del dolor, no podía siquiera cortar la carne o levantar cosas más pesadas que un simple vaso con bebida. Esto no lo hacía ver, pero después atando cabos entendí porque no manejaba, o pedía la pizza cortada o no ayudaba a correr muebles o levantar cajas. Se le complicaba también trabajar (un plomero trabaja todo el tiempo con las manos) y ni que hablar de tocar el piano. Se sentía perdido y vulnerable sin trabajo pero sobre todo sin su música.
El que nos veía decía: ¡Ustedes no tienen problemas! ¡Están siempre sonrientes! ¡Qué pareja feliz!
Y si, éramos felices y sonrientes, pero teníamos nuestros problemas como todos los demás con la diferencia que los dos pensábamos que andar con las caras largas por el mundo no te soluciona la vida ni tampoco contar las penas a cualquiera te alivia el dolor. Porque lo primero que hace la gente es opinar y aunque no sea por maldad, todos tienen un remedio a tu problema que siempre es ínfimo comparado a los "verdaderos problemas de ellos".
Entonces para evitar preguntas y comentarios desagradables, cuando salíamos, nos predisponíamos bien, para divertirnos y despejar la mente, no pensar. Al principio me costó hacerle entender que no necesitaba sonreir todo el tiempo, podía permitirse estar mal. Y después de un par de meses, cuando estábamos solos, finalmente se sacó la máscara del clown y pudo ser él mismo, descargarse... y llorar.
Había probado con medicinas tradicionales y alternativas, con corticoide y con acupuntura, con radiografías e inyecciones de ozono. Nada lo calmaba, nada lo mejoraba. Investigando en internet descubrió que es un mal que afecta a muchos músicos y que existía un instituto médico en Bari que se especializaba en el tratamiento de estas enfermedades.
En diciembre yo había empezado a trabajar en una agencia de publicidad, así que no disponía ni del tiempo ni del dinero como para acompañarlo. Entonces se lo pidió a mi primo Antonio y se pusieron en marcha para organizar el viaje. Esta posibilidad lo llenaba de esperanzas, quería volver a trabajar y dejar de tocar el piano con la mente y sentir las teclas con las manos.
Un día, saliendo de la agencia de viajes, después de averiguar por los pasajes, se choca con Roberta.
(Esta parte la sé por descripición de Mr Love -confesada tiempo después- y por la película que me hice yo en la cabeza!)
Lo invita al bar a tomar un café y como quien no quiere la cosa le dice:
¿Estás solo?
Y si, no me ves que estoy solo.
Noooo, lo que quiero decir es que... Me enteré que tenés novia! ¿Te tengo que felicitar?
Si querés...
Es esa argentina, no?
Si, se llama Maité.
Mirá vos... tenía que venir una extranjera para engancharte! Pero te puedo hacer una pregunta personal?
Decime.
¿Qué le viste?
¿Cómo?
¿Qué le viste? Porque esperar tanto para después engancharte con esa...
Seguramente le ví lo que no le viste vos... Es estupenda. Gracias por el café.
Esto es lo que me contó Mr Love y mucho tiempo después... teniendo en cuenta que él, como la mayoría de los hombres, olvida detalles o no les da importancia al momento de contar algo... no quiero ni pensar todo lo que le habrá dicho esta cabezona deforme.
"Siiiiiii....Me dió bola a mí feaaaaa... calentitos los panchos!!! A llorar a la iglesia!!!"
No contenta con este diálogo, el día que salimos antes de que viajaran Mr Love y Antonio, fuimos a tomar algo al bar frente a la playa. En un momento dado, le pido a mi hermana que me acompañe al baño y cuando salgo... veo desde la puerta del baño que Roberta-cabezonadeformepeloquemado- lo saluda a Mr Love con esos besos de medio labio, refregándosele por delante. Y después veo que Mr Love agarra su celular y escribe algo que ella le estaba diciendo al oído (porque estaba tocando un grupo y el volumen de la música impedía hablar a distancia). Y ella escribe algo en el suyo.
Yo que soy celosa (muy celosa) y con los precedentes de esta cabeza de huevo, me voy volando hacia donde estaban ellos dos. Ni bien me acerco, la saludo solamente con un "ciao" y media sonrisa falsa... ella responde igual y sin decir nada más, saluda a Mr Love con los dos besos y se va. Ni bien se va, le pregunto a Mr Love qué quería y me dice que había perdido el celular y que se estaban intercambiando los números.
¿Y vos para qué lo querés su número?
Qué se yo!... es una amiga.
¿¡Amiga!?
Ayyyyy... me transformé. Salió el Mr. Hyde que hay en mí y casi me lo como crudo.
Para todo esto, diariamente tenía que bancarme una infinidad de mensajitos y llamadetes que le hacían todas sus "amigas" que aún no sabían que Mr Love estaba ocupado. A medida que se iban informando que estaba fuera del mercado de los solteros, los mensajitos iban haciéndose más esporádicos.
De las tres contrincantes iniciales conocidas, Roberta era la única que seguía insistiendo. Al final, yo que le tenía miedo a la mosquita muerta de Desireé, ella fue una de las primeras que se "ubicó" y no se sentó más sobre el regazo de Mr Love... ahora histeriqueaba con Mimmo (que no se lamentaba en absoluto!). Mimmo ya no me cargoseaba, ahora había encontrado otros blancos femeninos que apuntar... las amiguitas Antonella y Daniela, llamadas "le cozze" (mejillones).
Después que se fueron a Bari, mientras estaban en el viaje, me enteré que Antonio había programado para la vuelta una parada extra en Calabria. Según parece mi primo tenía una vieja "amiga" calabresa que lo esperaba. Lo único que esperaba yo era que no tuviera una amiga, para la salida de a 4...
Y encima, Mr Love se había olvidado el cargabatería del celular y al segundo día, quedamos incomunicados, por lo tanto tenía que esperar que le pidiera el teléfono a Antonio para llamarme cuando él quisiera...
Al principio no bajaba las defensas y también se esforzaba por mostrarse siempre chistoso, pero le dije que se relajara, que a mí me gustaba como era en "estado normal", no hacía falta cuando estábamos solos que siguiera siendo el payaso monigote que hacía bromas todo el tiempo a los amigos.
Entonces de a poco, dejó que descubriera en la intimidad un Mr Love reflexivo, serio y a veces hasta melancólico y triste.
Yo aparecí en un momento difícil de su vida. Le habían diagnosticado tendonitis crónica, primero en la mano derecha, después en la izquierda.
El verano precedente a mi llegada, habían formado un trío musical con mi primo Antonio y otro chico llamado Luca. Todas las noches, tocaban en los pubs hasta altas horas de la madrugada y al día siguiente a las 7, otra vez a laburar. Después de dos meses ininterrumpidos de trabajar y tocar el piano por horas y no descansar, los tendones de las manos y los que van de la muñeca al codo, estaban sobrecargados, exigidos y adoloridos. Si hubiese reposado, la inflamación hubiera desaparecido y con el tiempo se curaba. Pero no lo hizo, y sin saberlo, ese dolor y ese agotamiento en las manos y en los antebrazos no lo abandonarían nunca más.
Cuando yo lo conocí estaba paralizado del dolor, no podía siquiera cortar la carne o levantar cosas más pesadas que un simple vaso con bebida. Esto no lo hacía ver, pero después atando cabos entendí porque no manejaba, o pedía la pizza cortada o no ayudaba a correr muebles o levantar cajas. Se le complicaba también trabajar (un plomero trabaja todo el tiempo con las manos) y ni que hablar de tocar el piano. Se sentía perdido y vulnerable sin trabajo pero sobre todo sin su música.
El que nos veía decía: ¡Ustedes no tienen problemas! ¡Están siempre sonrientes! ¡Qué pareja feliz!
Y si, éramos felices y sonrientes, pero teníamos nuestros problemas como todos los demás con la diferencia que los dos pensábamos que andar con las caras largas por el mundo no te soluciona la vida ni tampoco contar las penas a cualquiera te alivia el dolor. Porque lo primero que hace la gente es opinar y aunque no sea por maldad, todos tienen un remedio a tu problema que siempre es ínfimo comparado a los "verdaderos problemas de ellos".
Entonces para evitar preguntas y comentarios desagradables, cuando salíamos, nos predisponíamos bien, para divertirnos y despejar la mente, no pensar. Al principio me costó hacerle entender que no necesitaba sonreir todo el tiempo, podía permitirse estar mal. Y después de un par de meses, cuando estábamos solos, finalmente se sacó la máscara del clown y pudo ser él mismo, descargarse... y llorar.
Había probado con medicinas tradicionales y alternativas, con corticoide y con acupuntura, con radiografías e inyecciones de ozono. Nada lo calmaba, nada lo mejoraba. Investigando en internet descubrió que es un mal que afecta a muchos músicos y que existía un instituto médico en Bari que se especializaba en el tratamiento de estas enfermedades.
En diciembre yo había empezado a trabajar en una agencia de publicidad, así que no disponía ni del tiempo ni del dinero como para acompañarlo. Entonces se lo pidió a mi primo Antonio y se pusieron en marcha para organizar el viaje. Esta posibilidad lo llenaba de esperanzas, quería volver a trabajar y dejar de tocar el piano con la mente y sentir las teclas con las manos.
Un día, saliendo de la agencia de viajes, después de averiguar por los pasajes, se choca con Roberta.
(Esta parte la sé por descripición de Mr Love -confesada tiempo después- y por la película que me hice yo en la cabeza!)
Lo invita al bar a tomar un café y como quien no quiere la cosa le dice:
¿Estás solo?
Y si, no me ves que estoy solo.
Noooo, lo que quiero decir es que... Me enteré que tenés novia! ¿Te tengo que felicitar?
Si querés...
Es esa argentina, no?
Si, se llama Maité.
Mirá vos... tenía que venir una extranjera para engancharte! Pero te puedo hacer una pregunta personal?
Decime.
¿Qué le viste?
¿Cómo?
¿Qué le viste? Porque esperar tanto para después engancharte con esa...
Seguramente le ví lo que no le viste vos... Es estupenda. Gracias por el café.
Esto es lo que me contó Mr Love y mucho tiempo después... teniendo en cuenta que él, como la mayoría de los hombres, olvida detalles o no les da importancia al momento de contar algo... no quiero ni pensar todo lo que le habrá dicho esta cabezona deforme.
"Siiiiiii....Me dió bola a mí feaaaaa... calentitos los panchos!!! A llorar a la iglesia!!!"
No contenta con este diálogo, el día que salimos antes de que viajaran Mr Love y Antonio, fuimos a tomar algo al bar frente a la playa. En un momento dado, le pido a mi hermana que me acompañe al baño y cuando salgo... veo desde la puerta del baño que Roberta-cabezonadeformepeloquemado- lo saluda a Mr Love con esos besos de medio labio, refregándosele por delante. Y después veo que Mr Love agarra su celular y escribe algo que ella le estaba diciendo al oído (porque estaba tocando un grupo y el volumen de la música impedía hablar a distancia). Y ella escribe algo en el suyo.
Yo que soy celosa (muy celosa) y con los precedentes de esta cabeza de huevo, me voy volando hacia donde estaban ellos dos. Ni bien me acerco, la saludo solamente con un "ciao" y media sonrisa falsa... ella responde igual y sin decir nada más, saluda a Mr Love con los dos besos y se va. Ni bien se va, le pregunto a Mr Love qué quería y me dice que había perdido el celular y que se estaban intercambiando los números.
¿Y vos para qué lo querés su número?
Qué se yo!... es una amiga.
¿¡Amiga!?
Ayyyyy... me transformé. Salió el Mr. Hyde que hay en mí y casi me lo como crudo.
Para todo esto, diariamente tenía que bancarme una infinidad de mensajitos y llamadetes que le hacían todas sus "amigas" que aún no sabían que Mr Love estaba ocupado. A medida que se iban informando que estaba fuera del mercado de los solteros, los mensajitos iban haciéndose más esporádicos.
De las tres contrincantes iniciales conocidas, Roberta era la única que seguía insistiendo. Al final, yo que le tenía miedo a la mosquita muerta de Desireé, ella fue una de las primeras que se "ubicó" y no se sentó más sobre el regazo de Mr Love... ahora histeriqueaba con Mimmo (que no se lamentaba en absoluto!). Mimmo ya no me cargoseaba, ahora había encontrado otros blancos femeninos que apuntar... las amiguitas Antonella y Daniela, llamadas "le cozze" (mejillones).
Después que se fueron a Bari, mientras estaban en el viaje, me enteré que Antonio había programado para la vuelta una parada extra en Calabria. Según parece mi primo tenía una vieja "amiga" calabresa que lo esperaba. Lo único que esperaba yo era que no tuviera una amiga, para la salida de a 4...
Y encima, Mr Love se había olvidado el cargabatería del celular y al segundo día, quedamos incomunicados, por lo tanto tenía que esperar que le pidiera el teléfono a Antonio para llamarme cuando él quisiera...
"Hay una lágrima
sobre el teléfono
sobre mi corazón...
Hoy no me llamó
y es como una visión
un fantasma en mi habitación.
Sobre el teléfono
gira mi corazón
en un mundo sin sol
malherido de amor
necesito escuchar su voz..."
(Paz Martinez - "Una lágrima sobre el teléfono")
sobre el teléfono
sobre mi corazón...
Hoy no me llamó
y es como una visión
un fantasma en mi habitación.
Sobre el teléfono
gira mi corazón
en un mundo sin sol
malherido de amor
necesito escuchar su voz..."
(Paz Martinez - "Una lágrima sobre el teléfono")
Uyyyy, otra peliculera, eh?
ResponderBorrarAfortunadamente, hay chicos de eterna y más absoluta de las confianzas, pero esto cuesta mucho de ganar, a que sí?
Yo soy suertuda...
No creo que tardases mucho en darle una leccioncita a la susodicha relamidacabezona!
Besitos.
Mierdaaaa!! la realidad supera a la ficcion siempre!!! a esa Roberta cabezonadeformepeloquemado me dan ganas de sopapearla....seguro que debe dormir enroscada jejeje!!
ResponderBorrarPobre Mr.Love, nunca contaste de su problema, debe ser jodido con las dos actividades que hace tener esa enfermedad en los tendones, ojalà qeu en Bari haya encontrado la solucion.
Esperamos mas capitulossss!!
Besos
ah noooooooooooooooooo
ResponderBorrarsea roberta maldita, yo ni los besos me hubiera bancadooooooooo que guacha grrrrrrrr
No sé, es que soy poco celosa. Pienso que si está conmigo es porque quiere, pues yo no obligo a nadie, entonces, si quiere hablar con sus amigos por teléfono que lo haga, mientras a mi no me haga feos.
ResponderBorrarTampoco soporto a mi lado a novios celosos. A esos siempre los he apartado de mi lado enseguida, aunque alguno me costó un poquito.
Y bueno, se curó de la tendinitis?
Yo tambien soy muy celosa, por lo que hubiese hecho lo mismo que vos!!!
ResponderBorrarInsistente la mina esta... que lo parió jaja
Besos!!
Mirala a Robertita ... al final resultó peor que Desiree, que guacha!
ResponderBorrarQue pena lo de las manos, que feos son esos dolores, como está en la actualidad?
Buen finde
Estando en tu lugar me hubiera pasado lo mismo que a vos con Robertita, pero mirandolo objetivamente desde afuera, es hasta gracioso... así que Roberta Cabezonadeformepeloquemado hablando de belleza y atractivos? jajaja... de onda, nadie le regaló nunca un espejo no?
ResponderBorrarBesos!
Verónica: la confianza es lo ùltimo que se gana y lo primero que se pierde...
ResponderBorrarMarina: Ni te cuento las ganas de pegarle unos bifes a Roberta que tenìa yo!
Sofía: viste qué bicha?
Luna: qué suerte la tuya que no sos celosa! Yo en Mr Love toda la confianza, en ella ni un poquito.
Betty: insistente y mala mina.
Any: Roberta la peor de todas! Fea y resentida.
Mr Love aprendió a convivir con los dolores y a no cargar demasiado las manos.
Lola: Parece que ella se ve super diosa! Qué le vamo' a hacer?
GRACIAS POR PASAR Y COMENTAR! BACI