Gallina vecchia

... fa buon brodo. (trad. "Gallina vieja hace buen caldo")

El feriado de reyes, fuimos a pasarlo al campo del tío Luigi. Aprovechamos que no hizo tanto frío y que había solcito tibio, para mostrarle a Matias los animales en vivo y en directo. Así pudo darle vida a los dibujos del libro de la granja e identificar conejos, gallos, gallinas, pollitos, patos, chanchos, cabras, ovejas, caballos y por supuesto gatos, perros y sus cachorritos.

Como siempre, los grandes nos la pasamos comiendo. Empezamos con la infaltable “pasta al forno” (para los que no saben, son fideos de los cortos -penne rigate- hechos con ragú de carne, mozzarella, jamón cocido, huevo duro, salsa blanca y que se disponen en una asadera como si fuera lasagna y se meten al horno) después se siguió con cordero con papas, salchichas, ensalada, fruta y por supuesto para cerrar el típico cannolo siciliano de ricota y dulces varios. Los más resistentes siguieron comiendo alcauciles a las brasas, hinojos, pochoclo dulce y salado, panettone con salsa de mascarpone, pan con nutella y nos volvimos antes de que se pusieran a cocinar spaghetti, porque claro está, ya se había hecho la hora de la cena!

Generalmente, se come muchísimo y cosas ricas. Excepto en la primera incursión de campo que tuve con la familia de Mr. Love. Mi suegra tiene cinco hermanas, que a su vez tienen dos o tres hijos cada una, que a su vez algunos están casados y tienen hijos. Como yo era la primera novia que Mr. Love presentaba oficialmente en familia, estaban todos ansiosos por conocerme y qué mejor ocasión (según ellos) que encontrarme con absolutamente todos, en un día de campo. Antes de ir, le pregunté qué se comía porque yo no tengo exigencias particulares al respecto, pero sabía que sus tíos suelen comer cualquier bicho raro sin hacerle asco a nada. Él me tranquilizó, diciéndome que preparaban pizzas en el horno a leña. Mmmmmm Buenísimo!

Llegamos y empezó la presentación, la tía Teresa y sus hijos Calogero, Michele, Rosa... La tía Lilla y sus hijas Rosa, Antonella, Roberta... la tía Michela y sus hijos Calogero, Benedetto y Caterina... la tía María y sus hijos Calogero y Antonino... A los cinco minutos, tenía una confusión terrible pero bastaba que me aprendiera un par de nombres que se repetían y listo! Casi todas tenían alguna Rosa y algún Calogero! Tienen esas costumbres antiguas de ponerles al primer hijo el nombre del abuelo o abuela... y como son todas hermanas, obviamente que los abuelos son los mismos y los hijos se van a llamar igual! Por ende, terminarán siendo Calogero de la tía fulanita... o Rosa la hija de...

Superado el impacto inicial de la presentación nos fuimos a recorrer un poco el campo. Cuando volvimos del paseo, supe que el menú del día distaba de las pizzas prometidas, ya me había parecido raro no ver ningún indicio de harina... El nuevo plato era sopa de pollo. Y bue! Quedé desilusionada, pero la sopa me gusta y el pollo también... no me hice problemas. Error, no sabía lo que me esperaba.

Nos sentamos en la larga mesa. Me tocó justo enfrente de Nino, el primo extraextraextralarge de Mr. Love. Cuando de repente se abren las ollas y traen la comida. Me ponen adelante mío o mejor dicho adelante de Nino que es de muy buen comer, una fuente inmensa, con el caldo, los pedazos de “pollo” y un cogote con la respectiva cabeza que me miraba directamente a los ojos! ¿Cuál pollo? ¿Qué sopa? Era agua con mucho aceite de oliva, donde habían hervido unos gallos viejos... de carne oscura y dura. Encima lo tenía a Nino que se chupeteaba hasta los ojos del pobre gallo... de apetito ni hablar! Obviamente, usé la excusa de la dieta, hice de cuenta que comía moviendo un poco la comida en el plato y puse los cubiertos a las 4:21 (como me enseñó mi amiga que estudió protocolo). Pero mi suegra, no captó el mensaje de los cubiertos y siguió insistiendo... ¡comé otro pedacito! ¿Querés más caldo? Y yo pateando a Mr. Love por debajo de la mesa para que le dijera a la madre que la terminara de una vez.

Por suerte los italianos nunca comen un solo plato, así que pude repuntar con las ensaladas y las salchichas a la parrilla. Después seguimos jugando a las cartas y al final pasamos un lindo día... e hicieron las pizzas al final de la jornada, pero el gallo viejo quedó para la historia.