Devuélvanme a los Reyes Magos

Llegaron ya los reyes y eran tres: Melchor, Gaspar y el negro Baltazar.

Yo me acuerdo que cuando era chiquita, esperaba ansiosa la llegada de los reyes magos. La tarde del 5 de enero, juntaba el pasto y agua fresca para los camellos y les dejaba galletas a los reyes que seguramente vendrían hambrientos de tanto caminar. Claro está, vivir en una casa con un jardín grande y en el hemisferio sur con el verano, ayudaban esta cosecha. Después, les dejaba mis sandalias preparadas debajo del arbolito y me iba a dormir sin protestar, pero con la esperanza de no caer demasiado en los brazos de Morfeo para poder escuchar cuando pasaran.

Ahora bien, supongamos que en Italia, con el frio no hay pastito que aguante ni agua que resista sin congelarse en este período... pero qué necesidad tenían los tanos de reemplazar los queridos reyes magos con una bruja horrible? Sí, los cambiaron por una bruja.

El 6 de enero llega la "befana", una vieja bruja de nariz aguileña, verrugas en la cara, riguroso pañuelo en la cabeza y mañanita de lana en la espalda. Que montando su escoba voladora reparte golosinas y regalitos, si te portaste bien, o carbón si te portaste mal. Toda esta incoherencia, hace confundir mi mente de eterna niña Disney, que recuerda que las brujas feas son malas y las que dan regalos y hacen los deseos realidad son las hadas madrinas.

Los italianos justifican la incursión de la befana, diciendo que cuando los reyes venían en camino para saludar al niño Jesús, se perdieron, fueron a pedir información en una casa y dieron justo con esta bruja que se unió a ellos y fue a llevarle caramelos al niño dios.(?!) Son ridículos! Y me niego rotundamente a fomentar esta fábula horrible...

Supongo que el verdadero motivo es otro. Como se vino la recesión económica y la reducción de personal, entonces prefieren vestir a una bruja con estropajos que conseguir a tres reyes (dos blancos y uno negro) vestirlos con túnicas bordadas y exuberantes. Señores economistas, no hacía falta! Les ahorro aún más la cosa! No hace falta que contraten a nadie... Yo nunca los ví (porque me dormí siempre antes de que llegaran!) y sin embargo creí ciegamente en su existencia.

Así que, contrariamente a mis paisanos sicilianos, yo espero que esta noche vengan ellos tres...
y por las dudas, me voy a juntar algunas ortigas (que son las que se encuentran en este período!) que no será pasto pero enharinadas y fritas son muy buenas, no para los camellos pero los reyes seguro que se chupan los dedos y si lo acompañan con un buen tinto... ni frio sienten!