Amistad unilateral

Soy pasional, fiel, leal, celosa y sincera. Podrían ser defectos, para mi son virtudes y no las escondo.

Soy sociable pero no amigable. Tengo muchos conocidos pero lo que se dice amigos (o mejor dicho amigAs) son pocas. Ya hablé en otro post de mis amigas, las hermanas elegidas que me llenan el alma. En ese grupo faltaba una, que se me cayó definitivamente del alma.

Cuando me fui del país, lloramos muchísimo, porque tanto ellas como yo sabíamos que íbamos a perder algo tan importante como la cotidianeidad, el poder estar en los momentos importantes. El primer año de expatriada hice de todo para acortar la distancia. Escribía mails en continuación tipo diario de viaje contando hasta el más insignificante de los detalles, mandaba paquetes llenos de sorpresas para los cumpleaños, llamaba para las fechas importantes. Porque si hay algo que da miedo cuando te vas es el ser olvidada.

Al año, con mucho sacrificio y endeudándome más de lo debido, volví a Argentina porque mi amiga M se casaba y yo quería poder abrazarla y vivir con ella ese momento importantísimo. Pude acompañarla a hacer las pruebas de peinado y maquillaje, comprar las ligas, organizarle la despedida de soltera y leer la lectura en la iglesia el día del casorio. Y no me arrepentí de haber ido y disfruté cada detalle.

Con M nos conocemos desde los 7 años. Fuimos compañeras de banco desde segundo grado hasta quinto año. Teníamos tal grado de asociación simbiótica que nuestras caligrafías eran idénticas, hacíamos las mismas actividades físicas (gimnasia jazz, aerobica, modeladora, aparatos... distintas disciplinas según pasaban los años!), nos peinábamos las dos con jopo y pelo lacio, compartíamos los veranos inventando shows musicales, jugábamos con las Mandy por horas, nos vestíamos de payasos y animábamos fiestitas infantiles, compartimos amores y desamores, los primeros asaltos, las noches bolicheras y nos separamos cuando elegimos universidades y carreras distintas. Pero siempre encontramos citas obligadas para los cumples, los días del amigo, de la mujer, las fiestas y los porque si. Con M compartíamos también amistad con Fer (desde la primaria) y Caro (desde la secundaria).

Cuando me casé y para que mi alegría fuera completa, hubiese deseado tener a mis amigas conmigo. No sólo para que llenaran los asientos del lado de la novia (ya contaré las tradiciones sicilianas al respecto), más que nada para compartir esos días con ellas. Obviamente no estoy a la vuelta de la esquina y supe entender que la situación económica y la vida de cada una tenían otras prioridades que impedían tenerlas físicamente conmigo. Y a pesar de que la hermana de M le regalaba las millas acumuladas (o sea que tenía el viaje gratis) y yo le ofrecía mi casa y comida para que se quedara... ella se justificó diciendo que no podía venir, porque estaba haciendo el proyecto más grande e importante de su vida: construía su casa, y por eso no podía venir. No entendí demasiado su justificación (visto que no tenía que gastar prácticamente nada) pero la respeté y la pensé también ese día. Pero todo pasó.

En mayo del 2008 y después de cinco años que no iba a Argentina volví para presentar a Mr. Love a mis amigas y para que él conociera mis orígenes, mi pueblo, mi gente. Para ese entonces M había terminado su casa y también su matrimonio. No se hablaba con Carola pero sí con Fer y habían decidido de común acuerdo una tregua mientras yo estuviera allí. Todas la respetaron, excepto M, que se borró y ni siquiera me saludó cuando me fui. Tampoco respondió a mi mail cuando le conté que estaba embarazada. Yo decidí excluirla en los mails sucesivos, porque si no le interesaba era inútil que siguiera informándola de los acontecimientos en mi vida y así reinó el silencio entre nosotras por todo este tiempo.

Hace unos días recibí un mail que esperaba hace casi dos años y que me descolocó. Me dejó con la presión alta, con un tembleque en todo el cuerpo y con una mezcla de angustia-bronca-desilusión.

Transcribo su texto:

Después de tanto tiempo de no escribirnos, ni hablarnos......pero en mi caso sí de pensar siempre en vos, triste por este inexplicable distanciamiento......quería escribirte en primer lugar para FELICITARTE por el Hijo hermosísimo que tenés. El sábado le pedí a Fer que me muestre fotos de Matías para conocerlo y me quedé encantada con él, es un Bebé bellísimo.
También te escribo porque no me acostumbro a este distanciamiento, me encantaría que pudieramos analizar juntas que pasó y seguir en contacto, a mi por ahí me cuesta la distancia.....no soy buena para las comunicaciones, pero mis sentimientos no cambian, y una historia tan larga y linda, tampoco. No sé que pensás vos...?
Bueno.....ahí estoy....en el mismo lugar de siempre y con el mismo correo, te paso mi skype también para poder hablar, así que si tenés ganas que nos reencontremos, no tenés más que darme alguna señal.
Te mando un beso.
M

Más que una señal, mi respuesta fue un mail pirotécnico.

Hola.
Digamos que te tomaste tu tiempo para ver qué pasaba...
Ya ves, mi vida cambió por completo. Tengo a Matias que tiene 9 meses, 4 dientes, dos ojos celestes como mi nonno Pipo y es un sol.
La verdad es que no te mandé ningún mail con fotos de su nacimiento, bautismo o simplemente su crecimiento, porque cuando te comuniqué que estaba embarazada no fuiste capáz de decirme nada. Ni que bien, que mal... absolutamente nada. Así que ante tu falta de interés, preferí omitir detalles y dejar que las cosas decantaran.
Y si alguna vez vos dijiste que el proyecto más grande e importante de tu vida era tu casa, para mí, el proyecto más importante de mi vida es mi familia, con mi marido y mi hijo.Y el hecho de sentirte completamente desinteresada, me dió la pauta de la poca importancia que le dabas y por consiguiente me dabas.
Más de una vez te soñé en este período de silencio, pensé en escribirte o llamarte. Pero la verdad es que esperaba que vos dieras una señal. No es por orgullosa ni mucho menos, sino porque me parece que la que debía demostrarme que esta amistad era importante eras vos. Porque no tiene sentido la amistad si no es recíproca.
Cuando fui a Argentina, por motivos completamente ajenos a mí, vos estuviste borradísima. Si bien cuando me llamaste llorando me explicaste que no estabas en tu mejor momento porque te había salido el divorcio, porque estabas peleada con Carola y demás; yo te dije que yo estaba en ese momento ahí y no sabía cuàndo nos volveríamos a ver. Esperaba que al menos me saludaras antes de irme y sin embargo no recibí ni siquiera un llamado telefónico. Pero bueno, no estoy para enrollarme con cada cosa, podría haber omitido estos detalles si hubieras escrito o llamado en algún momento de estos casi 2 años. Me genera una angustia terrible ver fotos viejas y recordar la cantidad de lindos momentos compartidos, cuando después veo como estamos hoy.
Es muy triste pensar que la distancia es la culpable de este corte y no creo que sea la verdadera culpable. No es la distancia física, sino la distancia que vos impusiste conmigo.
No me sale hacer de cuenta que no pasó nada, porque la relación se enfrió y ya no es lo mismo. Obviamente no niego que te extraño y que me duele no saber de vos.
Yo no estoy enojada, más bien desilusionada de ver cómo se arruinó una amistad larga una vida. Porque de eso se trata. En los portarretratos que me regalaste vos y tu mamá, tengo las fotos del primer día de Matias. Y está ese sabor agridulce... por un lado la foto de un día inolvidable y por el otro, de una amiga que se olvidó de mi. Porque así me siento, si alguna vez fuimos hermanas elegidas... ahora es cuestión de elección y me parece que ya no entro en ese núcleo.
No soy de conectarme con Skype, pero cuando quieras, decime y hablamos. Hasta te puedo mostrar a Matias en vivo y en directo, sin necesidad de que le pidas información a Fer. Yo no estoy trabajando, soy solamente mamá las 24 hs. Así que cuando vos estés libre, avisame.
Besos,
Mai.

Su respuesta fue....

Mai,
Realmente es una lástima que las cosas se hayan dado así, yo también me sentí y me siento tan mal como vos. Si me conocés, sabés como soy, creo que pasaron muchas cosas en medio de todo este tiempo..., hice lo que pude, y no me estoy justificando. Si Dios quiere algún día lo hablaremos..... o no.
Simplemente mi itención fue acercarme a vos, le pregunté a Fer por Matías, no quise obtener información, siempre le pregunto a ella por vos y Carola, porque las quiero mucho pese a cualquier cosa que pase.
No quiero generar un acercamiento con tanto resentimiento, yo no lo tengo, y no me gusta sentirlo en vos. Creo que en el fondo todos sabemos como son las cosas, y todo lo que pasó cada una de nosotras.
Te mando un beso grande.....
M

Y ahí me sacó de quicio y largué todo el rollo sin anestecia ni diplomacia. Porque no podía venir haciendo de cuenta que no había pasado nada...

Así que según vos, yo soy la resentida. No entendiste nada.
Creo que vos, solamente sabés lo que vos pasaste y te interesa muy poco o nada saber del resto del mundo.
¿Hiciste lo que pudiste? ¿Qué hiciste?
Reconozco que escribiste vos después de 2 años, y? Con eso yo tendría que decirte: no te preocupes, está todo bien.
Si querés te lo digo y hacemos de cuenta que no pasó nada, si te hace sentir mejor.
Pero realmente, ¿jamás un MEA CULPA de tu parte?
Te repito, yo no hice nada para merecerme tu aislamiento. O quizás pensás que decidir vivir en Italia, es culpa mia y con eso ya hice bastante.
No sé, explicame cuál es mi culpa.
No te preguntaste por qué sos vos la única persona con la que perdí el contacto?
Con Fer y Carola, nos escribimos, nos saludamos y a pesar de no hablar por meses, alcanzan dos renglones de un mail pedorro para que retomemos el contacto. Con mis amigas de la facultad lo mismo.
Y no me vengas con que no sabés "comunicar con la distancia". ¿Acaso dejaste de querer o de hablar con tu hermana cuando se fue a laburar afuera?
Te repito, no siento resentimiento ni enojo con vos. Solamente tristeza que no seas capaz de ver más allá de tus narices.
La verdad es que yo no sé cómo son las cosas o al menos tus cosas. No te reprimas, contame. Explicame por qué te alejaste, porque yo no lo entiendo. Yo te dije porque no te escribí ni te llamé... vos?
Mai

Después de este mail, obtuve solamente silencio. Fui dura, lo sé. Pero si le hablaba podía ser aún peor. Como dije al principio: Soy pasional, fiel, leal, celosa y sincera. Podrían ser defectos, para mi son virtudes y no las escondo.