La mala de la película

Mati tiene tos y mocos. Este último detalle, aunque bastante explícito y representativo, es el real problema de la situación. Dejemos de lado que cada vez que tose, siento una angustia terrible y me pregunto por qué no me agarró a mi en lugar de tocarle a mi bebé de 7 meses... pero sensiblerías a parte, hay que tener la mente despierta y la sangre fría para actuar rápidamente cuando no puede respirar, aunque se trate de las 4 de la mañana y con la fase REM en su plenitud.

Los bebés no saben sonarse la nariz. Por ende, o esperás a que se le caiga el líquido solo (que no es demasiado aconsejable, porque el niño puede volverse azul por la falta de oxígeno!) o tenés que hacer “algo” para que sus vías respiratorias sean libres y cumplan su función. A tal propósito la pediatra me mostró un aparatejo que sirve para aspirar: una gomita con un capuchón en una punta y una boquilla de goma en la otra. El principio es el mismo que usaba mi primo para robarle nafta al auto de mi tio, con la diferencia que el líquido en cuestión suele ser un poco más viscoso. El “chupamoco”, no es una tarea agradable, pero el trabajo sucio alguien tiene que hacerlo.
Obviamente mi hijo no es dócil y tranquilo, sino mas bien nervioso e inquieto. Con lo cual embocárselo en la nariz ya es una proesa, si a eso le sumamos el llanto desesperado y la familia alrededor diciendo: “bueno, ya está, dejalo, pobrecito, no le harás mal, etc etc”... es TOO MUCH. Ya me pongo nerviosa con escucharlo llorar, ponerse todo colorado, que le agarra la tos, tratar de no lastimarlo... y si, soy madre primeriza y todo me aterra. Si a eso le sumamos que soy muy indecisa, estamos fritos. Escucho miles de voces y todos piensan saber qué es lo que se debe hacer. Si bien descubrí tener más instinto materno del que creía poseer, tengo un millón de dudas, pero estoy segura que “aspirarle la nariz” es una cosa buena. Obviamente, no existe un voluntario que me ayude o me reemplace (entiéndase Mr. Love) sino que espera a que “la mamá mala” termine la tortura de sacarle los mocos para después venir en el auxilio de la pobre criaturita y consolarlo como el poderoso salvador.

Entonces, puedo usar este medio (MI MEDIO) para descargar la bronca y decir que:
1. Mati, mamá te ama aunque sea tu padre el que te consuela y yo la que te hace llorar.
2. Odio el chupamoco, aunque es un invento piola, me da asquito.
3. ¿Cuánto falta para que aprenda a limpiarse la nariz solo?
Uffffffff. He dicho.

El bebé no es Mati y yo no soy esa tarada
(no se puede ser tan sonriente mientras aspiras mocos!
)

Comentarios

  1. Ahhh, como te entiendo! El sacamoco es una cosa espantosa, pero de solo ver que después respira mejor una no se siente tan mala!
    Y no hagas caso de todos los consejos familiares, vos actuá por instinto, que las madres sabemos mas de lo que creemos saber!
    Y no te preocupes, que Mati sabe! ¿Acaso cuando se cae, no llora pidiendo por la mamá? Porque la mamá, es y será siempre LA MAMÁ!
    ajajaja

    Besooos!

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  2. Ningun bebè por mas tranquilo que sea se puede bancar el sacamoco!! puajjjj! es un asco, pero una gran ayuda.
    Por lo general los padres son los salvadores, pero la MAMMA es unica!!!
    Ojalà que pase pronto el perìodo de mocos, que por acà despues de que empiezan el jardin viene para larrrrrgo...
    Besos

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  3. Stella, tenés razòn... después que le saco los mocos y se le pasa el berrinche, me mira y me dice MAMAMAMAMAAAAAA.

    Marina, gracias por la comprensiòn y el buen augurio que se le pase pronto. Y si... LA MAMMA è la mamma!

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