Uno, ninguno y cien mil

Este es el título, del primer libro que leí en italiano. Es de Luigi Pirandello, y me gustó mucho. Será porque lo que estaba escrito de alguna manera ya lo había pensado antes y me dí cuenta que no era la única loca a la que se le ocurrían esos razonamientos.

En pocas palabras, es la historia de un hombre que, luego de observarse detenidamente en el espejo, descubre que tiene la nariz un poco torcida y este hecho provoca en él una reflexión acerca de la imagen de sí mismo y cómo lo ven los demás. La cosa empeora cuando al comentarle a su mujer el descubrimiento de este defectucho, ella le agrega algunos más (no solo la nariz, sino que tiene también las orejas y las piernas desproporcionadas). Se desilusiona muchísimo al descubrir que no es perfecto como creía ser...Por eso, concluye que su personalidad no es única, una, sino cien mil, como el número de veces que lo observan y se hacen una idea de él. Entonces él realmente no se conoce, se ve como ninguno, porque solo conoce de sí lo apreciado en el espejo, que al mismo tiempo es una imagen “contaminada” por las apreciaciones de sus semejantes.

En fin, no es que me haya agarrado un ataque de cultura... es que me pasó algo que me hizo pensar más de la cuenta. Este cuerpo interpretado por los demás, imposible de abandonar y de observar desde afuera... como ELLOS nos ven.

Soy una persona sincera y directa. Para muchos esto es UN GRAN DEFECTO. Para mis amigas, soy la voz de la verdad, que por más cruel que sea, viene dicha. Por eso cuando se tenían que comprar ropa me llevaban a mí al probador para que les dijera sin pelos en la lengua cómo les quedaban las cosas (TE HACE UNA VACA! –conciso, escueto, directo-). Ahora bien, ¿estoy equivocada si pretendo lo mismo?

Obvio, después que me dijiste tu opinión si no la comparto... te fulmino con la mirada. Pero odio las personas que tienen esa falsidad a flor de piel. Me pone de muy mal humor que te sonrían por delante y te masacren por la espalda.

Por eso... SI ME VES GORDA, VIEJA, ANTIGUA o me ves como me ves... vení, animate, decímelo de frente... Que me convierto en cien mil, y de una, te dejo como ninguna!|

Comentarios

  1. yo tambien soy la de las verdades en mi grupo de amigas, tanto que a veces ni me cuentan para no escuchar lo que tengo para decir, jajaja.

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  2. Suena muy interesante el libro de Pirandello.
    En cuanto a lo que decís, creo que tenés todo el derecho de exigir que el otro sea honesto contigo, pero... cada uno es como es, así que quizás lo que está en vos es rodearte de gente que te diga la verdad "sin pelos en la lengua". Yo también suelo ser muy sincera y espero lo mismo de los demás.
    Beso!

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  3. Una de las tantas cosas en las que nos complementamos... ni en pedo te diría que estás hecha una vaca. Me decís eso y aunque sea cierto, me pongo a llorar y te hago la cruz!
    beso

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