Tengo una vaca lechera…
Así me siento desde hace casi seis meses. Por un lado agradezco al cielo, el hecho de poder amamantar a mi hijo por todos los beneficios saludables que trae aparejado el darle leche materna y por como ayuda a la economía doméstica (ya se va un presupuesto en pañales descartables no quiero ni pensar lo que sería sumarle la leche artificial). Pero por el otro, me he convertido en una cicciolina del subdesarrollo... Atrás quedó mi pudor, mi blanco teta cándido y puro que jamás un topless corrompió. Bastó que viniera al mundo Mati, con sus berrinches de hambre incontrolable para que yo pele teta donde sea. Al principio me cubría con una sabanita, o me iba a otra habitación... en fin, me cuidaba de los ojos ajenos (para no provocar una situación incómoda). Desde que se le antoja cada 5 minutos (y puede llegar a hartar la situación) le doy donde sea. En el auto, en el living, en la cocina, en la playa, en lo de mi suegra, con invitados... ya no entiendo razones ni pudores. Mi autoestima es prácticamente inexistente, al punto tal de hacerme sentir literalmente un contenedor de leche.
Al principio era un momento mágico. Esta comunión que se creaba con mi bebé, este intercambio de miradas, él que me acariciaba mientras yo lo alimentaba. Yo que me sentía una super mamá porque mi producción era óptima y los resultados eran tangibles en el desarrollo de mi “pichón de mamut”, tan grande y sanito.
Ahora estoy saturada. Y esto no es nada... Hoy fui a la pediatra, porque a los seis meses empezamos a darle de comer. Pensé que se vendría una era más sencilla, más relajada, que yo volvería a ser aquella que alguna vez fui... supuse que con las papillas se aliviaba la situación. Pero no será así. Pobre ilusa de mi! Me tocará alternar las papillas de frutas, con los calditos vegetales (rigurosamente caseros y confeccionados con verduras frescas de estación) agregándole la crema de arroz para después sumarle de a poquito los quesitos, las carnes blancas, la sémola... Y obviamente, seguir dándole mi leche entre una comidita y la otra. Me fui del consultorio más deprimida y confundida de como había llegado y pensando que después de todo, no era tan malo ser tan sólo una vaquita lechera.
Hola Mai! No se bien como llegué hasta tu blog, pero acá estoy, leyendote desde Canadá (soy argentina también).
ResponderBorrarMe hiciste reír cuando escribiste que hacías el blog (entre otras cosas) para no "perder" el español. A mi me pasa que hablo medio cruzado entre francés y español... un horror!
Veo que finalemente no era tan malo ser vaca lechera, nop?
Abrazo!
Ahhh yo también estaba enganchada en eso del momento mágico y la comunicación con el bebé y todo eso (aclaro que no tengo hijos), pero veo que tiene sus complicaciones y su parte no tan idílica también.
ResponderBorrarBueno pensá que será solo por unos meses mas ... hasta el próximo hijo jajajajja =P
Ya pasa, ya pasa.
Hola Flor! Cualquiera haya sido el atajo que te trajo por acà, bienvenida! Y ni te cuento como le hablo al baby, los matetes que hago!
ResponderBorrarAny, a toda la magia le llega el momento en el que le develan el truco! Igualmente Mati es un sol y ME PUEDE! Me di una vueltita por tu blog... me enganché a leerte y me gustò mucho!
Explicame qué es la crema de arroz!!! Donde quedó el puré de zapallo o calabaza?? allá no se usa??
ResponderBorrarEsto de ser mamá es una prueba de obstáculos, no??
Beso!!
Anita!!! La nueva generaciòn tiene alimentos que nosotras desconocemos! Yo que pensaba acomodar el almuerzo de Mati con un purecito... ni ahi! La doctora me dio la receta de como debe ser el caldito de verduras (nada de meterle un cubito Knorr) y me dio un esquema gradual de como debo incorporar los alimentos para balancearle la dieta! La crema de arroz es un sobrecito que se le agrega al caldo para hacerlo mas espeso (tiene la consistencia de los polvitos de las sopas listas quick).
ResponderBorrarY pensar que mi mamà me dio fideos con tuco a los 6 meses y yo me los comia como una grande! Los tiempos han cambiado... serà para mejor?
viste es asi!!! primero queres que coman y despues cuando caes que te sumas un re laburo la idea ya no parece tan atractiva...
ResponderBorrarpero ver las caras que ponen cuando prueban la comida es genial!!!