Orgullo lingüístico
Cuando vivía en Argentina, estaba convencida que nuestro castellano (sobre todo el bonaerense-porteño) era perfecto. No era como el cordobés, el misionero, el tucumano, el salteño que delataba cuando hablaba su provincia de pertenencia. El “nuestro”, era “limpio”, exento de tonadas, de muletillas y comprensible en cualquier parte del mundo hispana. Al menos eso creía.
Llegada a Italia, no lograba distinguir la proveniencia de los italianos por sus tonadas. (Demasiado pretenciosa, cuando apenas lograba entender el italiano). Y me pasaba que pensaba, como muchos argentinos, que bastaba agregarle una “e” al final de la palabra que ya era italiano; igual que los tanos que piensan que agregando una “s” al final ya hablan castellano.
Siete años después, me encuentro con el oído afinado. Puedo identificar si un italiano es sardo, napolitano, siciliano, torinese, milanese, romano, pugliese, calabrese, toscano, veneciano... escuchando como habla el italiano (Ojo los dialectos no! Ni siquiera entre ellos se entienden). Pero también puedo abstraerme y escuchar el cantito PORTEÑO...
¡Dios mío! Parece que arrastran todas las palabras. Hablan lento, el “bueeeno”, el “me estás jodiendo” constante. ¡No soporto ni siquiera a los de TN cómo dan las noticias! ¡Me distraigo escuchando cómo pronuncian! Y no es que no sabía que si pronuncian mucho el “sho” y tienen las eses aspiradisimas, son conchetisimos, viste? Y si se las comen y hablan como yesica yolanda, son muy “cabezas”, vite viejita? Porque esta diferencia base ya la tenía y no por xenófoba, sino por conocimiento y frecuentación de ambas clases sociales. Pero la gente común, el argentino medio, habla así.
Y ahora me pasa que cuando hablo con mi gente de Buenos Aires, yo los escucho a ellos distintos... y ellos me escuchan con tonada tana. Así que no soy de aquí ni soy de allá. Encima, se me pegan todos los cantitos... ya me pasaba en Argentina, lo mismo me sucede aquí. Pero tengo un punto a favor, ahora los italianos no me dicen más: ¿de dónde sos? Porque no sos italiana... Ahora, al sentirme hablar, me dicen: ¿De qué parte de Italia sos? Ja!
Llegada a Italia, no lograba distinguir la proveniencia de los italianos por sus tonadas. (Demasiado pretenciosa, cuando apenas lograba entender el italiano). Y me pasaba que pensaba, como muchos argentinos, que bastaba agregarle una “e” al final de la palabra que ya era italiano; igual que los tanos que piensan que agregando una “s” al final ya hablan castellano.
Siete años después, me encuentro con el oído afinado. Puedo identificar si un italiano es sardo, napolitano, siciliano, torinese, milanese, romano, pugliese, calabrese, toscano, veneciano... escuchando como habla el italiano (Ojo los dialectos no! Ni siquiera entre ellos se entienden). Pero también puedo abstraerme y escuchar el cantito PORTEÑO...
¡Dios mío! Parece que arrastran todas las palabras. Hablan lento, el “bueeeno”, el “me estás jodiendo” constante. ¡No soporto ni siquiera a los de TN cómo dan las noticias! ¡Me distraigo escuchando cómo pronuncian! Y no es que no sabía que si pronuncian mucho el “sho” y tienen las eses aspiradisimas, son conchetisimos, viste? Y si se las comen y hablan como yesica yolanda, son muy “cabezas”, vite viejita? Porque esta diferencia base ya la tenía y no por xenófoba, sino por conocimiento y frecuentación de ambas clases sociales. Pero la gente común, el argentino medio, habla así.
Y ahora me pasa que cuando hablo con mi gente de Buenos Aires, yo los escucho a ellos distintos... y ellos me escuchan con tonada tana. Así que no soy de aquí ni soy de allá. Encima, se me pegan todos los cantitos... ya me pasaba en Argentina, lo mismo me sucede aquí. Pero tengo un punto a favor, ahora los italianos no me dicen más: ¿de dónde sos? Porque no sos italiana... Ahora, al sentirme hablar, me dicen: ¿De qué parte de Italia sos? Ja!
Mai, qué lindo el tano. para mi siempre es gracioso. Ayer sin ir más lejos me fui a un bar con la compu y habia dos viejitas hablando en tano. No pude escribir nada. Sólo me dediqué a escucharlas. Los tonos pueden ser uy graciosos
ResponderBorrar"Per la nena kamone"
ResponderBorrarHabías escuchado eso alguna vez?
Los porteños tienen un cantito súper característico. Verlo (o escucharlo, en este caso, jeje) desde afuera ayuda a identificarlo mucho más fácilmente.
ResponderBorrarMe gusta mucho el italiano, aprendí algo en el liceo y me parece un idioma muy romántico (mucho más que el francés, que se supone es el romántico "por excelencia").
Julia, sabés que a Mr Love le pasaba lo mismo con el castellano. Cuando nos escuchaba hablarlo en familia, no cazaba una, pero le divertìa la musicalidad de las palabras y los tonos de las preguntas y las respuestas.
ResponderBorrarAlicia, no lo habìa escuchado ese dicho... pero los tanos tienen el problema con la J (o con la H inglesa, imaginate que dicen MANATTAN, ERRI POTTER, EPPIBERDEI, OLLIDEIS) y para mi nonno, mi hermana fue siempre Culieta!
Madie, nunca me habìa dado cuenta del cantito hasta que el italiano me "abriò" las orejas! Y si, es romàntico... pero que te voy a decir yo, si Mr Love me conquistò en italiano! ;)
Me encantan los acentos. Yo igual que vos pensaba que el porteño era limpio, sin tonadas hasta que escuché a un mexicano imitarnos diciendo:
ResponderBorrar"que hacessssss, chabán!!!"
Igual me encanta pertencer
Amo el italiano, bueno, el francés también pero no viene al caso ja.
ResponderBorrarBesos
Que tené vo contra lo que no comemo las esessss?
ResponderBorrarJajajajaj, a veces me pasa que yo misma me escucho olvidarme alguna S y me agarra un ataque. Rosarigasina si.
Y como que los porteños no tienen cantito? Uds no se escuchan! y la otra es que hablan mucho mas rápido que todo el resto. Para un extranjero debe ser jodido entenderles.
Son lindos los cantitos, a mi me gusta el tucumano, no sé porque me hace mucha gracia y no es tan fácil imitarlos.
Si, viste que viviendo afuera se termina siendo una cosa rara, se sigue notando que sos extranjero, pero aqui te notan algo distinto. Cosas del desarraigo ...
un beso
Mujer: Y si, pertenecer tiene sus privilegios! Es necesario sentirte que pertenecés a algùn lado sobre todo cuando hace frìo y estàs lejos de casa!
ResponderBorrarLuna: después de fatigar con la gramàtica, las conjugaciones de verbos y demàs... lo amàs un poco menos al italiano, pero amo con todo el cuore a UN italiano!
Any: Nononono, yo no tengo nada en contra... es màs me mimetizo con el interlocutor y termino por hablar también sin S! Y ojo! Yo era bonaerense (no porteña) pero laburaba en Capital... asi que en casa hablaba lento, pero cuando llegaba al laburo, se me cambiaba el chip y hablaba a los pedos! Ok? besito, Chauchau (asi me despedia al telefono!) Y me maaaatan los tucumanos... o me matò uno en especial en la adolescencia! ;P
Hola! Me encantan los "posts lingüísticos"! Yo soy de esas que se "contagian" de los acentos muy fácil. Cuando era adolescente, el tonito concheto del club que a mi vieja le enfermaba, cuando viví en Chile, trataba de hablar más "suavecito" porque me daba vergüenza resaltar con el tono de voz [y la "tonada"]. En USA al principio pensaban que era una francesa hablando inglés (por la acentuación al final). Me causa gracia cómo imitan los cordobeses a los porteños (Avesssshaneeeedaaa a lo "Yésica Yolanda" y arrastrando las vocales como decís vos!)
ResponderBorrarY para terminar: yo no puedo decir la "r" (al más puro estilo de la propaganda de Isenbeck y su "tapa a rrrosca" -no sé si la conocés-). Con años de fono, muté de parecer inglesa a francesa, pero sigo sin poder decirla. Conclusión: para mí el rojo es colorado! jaja
Buenísimo el post! Y lo que contás de distinguir los acentos de TU Italia, es de las cosas más satisfactorias de tener otro idioma.
Besos y te sigo leyendo y conociendo!