El que se va sin que lo echen…

Como ya saben, ayer fue mi cumpleaños. (Gracias a todos por los saluditos!) Desde siempre, ME GUSTA CUMPLIR AÑOS. Será porque desde que era chiquitita que mis padres me hacían sentir MI día así de especial, así de importante. Y a pesar de haber cambiado de país y que muchas fiestas argentinas no existan, el cumple existe siempre y por eso va homenajeado. Ojo, no hace falta una gran festichola... me alcanza con el saludito, con el tirón de orejas. Con poco me conformo. Es tradición en mi familia, esperar a que se hagan las 12 de la noche para brindar y darnos los regalitos (si es que hay). Este año se vino austero, asi que tuvimos sólo un brindis y una tortita de helado de chocolate (gentileza de mis viejos). Es que desde que dejé de laburar para estar con Mati, es Mr Love el que para la olla y si bien tiene laburo la guita no abunda... en fin, tuvimos períodos mejores y esperamos que pronto la cuerda se vuelva más holgada.
Volviendo al tema cumpleaños, no sólo me gusta que me saluden... sino que como tengo buena memoria, me acuerdo de todos los cumples y saludo SIEMPRE. Cuando cumple Mr Love, le canto treinta y pico de veces “tanti auguri” (versión tana del feliz cumpleaños), cuando cumple mi suegra/o voy a la casa y los saludo con respectivo regalito, cuando es mi cuñada idem, y asi sucesivamente con todos los integrantes de la familia (propia o adquirida). Se estarán preguntando por qué tanta introducción... pues bien, aquí viene el tema.

PARENTESIS: Mis suegros, me vienen a visitar en los horarios más incómodos posibles e imaginables. Por ejemplo a las 7.45 de la mañana o a las 2 de la tarde, para citar dos horarios predilectos. Ayer mi suegra me llamó a las 11 de la mañana para saludarme y me dijo que a la tarde venía con mi suegro. Entonces, para evitar inconvenientes le dije que me iba a almorzar a lo de mi mamá, que no viniera temprano sino a eso de las 7. OK.

Cuando anoche volvió Mr Love del trabajo, y considerando que iban a venir “los suyos” a saludarme, pensamos en comprar unas pizzas. Y asi fue. Entonces, llamé a “los mios” para que vinieran también. Como se estaba enfriando la comida, le sugerí a Mr Love que llamara a su mamá para ver si estaban viniendo. Después de unos segundos, entra y con cara de yo no sé nada, me dice que sus padres no vienen. ¿Por qué? (pregunté yo, diplomáticamente) Porque mi mamá entendió que te quedabas en la casa de tu mamá...

Ahora bien, dudas que me surgieron después del breve diálogo y que mi boca no exteriorizó:

1. Mi suegra se enojó porque le dí un horario fuera del suyo “habitual”.
2. Se enojó porque no la invité antes. (En otro post les explicaré las susceptibilidades italianas... uff)
3. Le dió fiaca venir y aprovechó el supuesto equívoco.
4. Se cagó en mi, total no era el cumple de su hijo.
5. No sabe/no contesta

De estas reflexiones deduzco: que soy una hincha pelotas de los cumpleaños y que, ya volverá sin que la llame...