maitelandia

Se viene el carnaval. Y mañana finalmente, Matias, podrá vestirse todo el día de su personaje favorito. No, no es de la familia Pig... Es casi casi, como de la familia Love... es italianisimo, bigotudo y plomero! It's me, Mario! Para qué les cuento si le pueden ver la cara de felicidad en las fotos... el susodicho, está enloquecido con su Super Mario Bros, que desde que se lo probamos no se lo quiere sacar... y hasta se deja pintar los bigotes! Así que mañana se le cumple el deseo y será Super Mati Bros!

Seguramente, alguna vez, les pasó de estar convencidos que era por ejemplo jueves... pero en realidad era miércoles. O que un día feriado, pareciera domingo. O que escribís una fecha, pero es otra. Hasta ahí, todo bien, cuando el cambio no trae consecuencias... El problema viene cuando estás convencido que la fiesta es el sábado... hasta que te llama la mamá de la nena del cumple y te dice: los invitados están llegando y acá no hay ni siquiera un globo colgado. P A N I C O!!!!!!!!!!!!!!! ¿¿¿Qué???? Primero pensé que era una cargada. (Mi cuñado generalmente hace ese tipo de cargadas telefónicas) Además habían llamado al celular de mi hermana... no al número del negocio. Eran las 20:45 y estábamos sentados en la casa de mi mamá, cenando. Después mi hermana me mostró el display del teléfono y vi el número desconocido, junto a su cara de terror... me terminé de convencer y salté como si tuviera un resorte la silla. Primero no sabía qué pasó, cómo pasó, qué hacer... Y si... escribís 21 de f...

¡Está grande Matias! Mi "bebé" cumplió 5 años. Y con él, yo festejé cinco años de amor puro, inmenso, intenso. Cinco años, de este rol de madre imperfecta, pero perseverante. Trabajé como una desgraciada, porque además del cotillón (no hice a tiempo de construir la piñata) fui la repostera! Le hice dos tortas desde el bizcochuelo hasta la decoración con fondant (una para el jardín y la otra para el festejo en casa), 20 cupcakes, fabriqué dulce de leche hirviendo dos latas de leche condensada por cuatro horas -con el miedo de la explosión inminente todo el tiempo- e hice unos mini alfajorcitos de maizena para chuparse los dedos... terminé agotada! Perooooo... todo el cansancio y las corridas, valieron absolutamente la fatiga. ¡Porque una sonrisa vale más que mil palabras! Se cansó de soplar velitas, de cantar el tanti auguri, de decir que "perché è un bravo bambino, nessuno lo può negar! Evviva!!!", de agradecer todos los regalos y dejarse dar besos de todos. ¡Fue fe...

Este post (como lo dice su título) se viene de autismo y educación, entonces si te aburre el rollo, ya te aviso para que no sigas leyendo. Cuando te dan la noticia que el autismo vino a tu vida, de instinto empezás a buscar en internet información. Mucha, toda, la que encuentres. Y de todo lo que puedas leer (disparates incluidos) te vas haciendo una idea. Hasta que das con gente válida, que te habla desde la experiencia propia, te dan material para leer, también ejercicios eficaces y ayudas concretas. Tuve la suerte de llegar al blog de Anabel , que ahora también tiene su página en Fb: https://www.facebook.com/Elsonidodelahierbaalcrecer y allí publicó el enlace de un documental "Si, Estoy Aquí" realizado por Leles Ortiga y Esther Andrés, dos maestras de Zaragoza que cuentan la experiencia de escolarización de niños en dos centros preferentes (el CEIP Jerónimo Zurita y el CEIP César Augusto) y dan a conocer mejor las características de las personas con Trastorno del Espectro...

Y no es la mía precisamente! Matias tiene desde hace unos días comportamientos agresivos, que no van con su forma de ser. No es un nene agresivo (para nada!), es más bien meloso y besuqueiro, pero ahora cuando se enoja,  no se controla. Ante un objeto negado o una orden que no quiere llevar a cabo, estalla, me revolea las cosas y me pega con el puño cerrado. Entiende perfectamente que me está haciendo mal y que no lo tiene que hacer, pero la rabia lo enceguese y no sé cómo apaciguarla. Trato de no responderle con agresividad, para no incrementarla, pero si no alzo la voz, no para. Estoy así, sin saber qué hacer. No quiero que este comportamiento se vuelva un problema. Tampoco sé cómo hacer para que entienda que está en penitencia. Y es tan difícil no hacer las paces, cuando me mira con esos ojazos...