Fiebrero

Si! Maldita fiebre de febrero!
Esa que viene para avisarte que algo en el cuerpo no anda bien, pero que cuando se va, algo se lleva...
Matias estuvo cuatro días con fiebre alta.
Traté de bajarla como pude, pero no lograba hacerlo por más de dos o tres horas.
Después de la fiebre, apareció la otitis y como si con esto no bastase, también la conjuntivitis.
Mi principe quedó flaco como un spaghetto y retrocedió en todo.
Dejó de mirar a los ojos de su papá y de contarnos la fábula.
Repetía solamente "aiuto" (ayuda) y unos "iiiiiiii" de nervioso.
Esta semana, volvimos al jardín y a las terapias, después de quince días de encierro.
Y si... en todo retrocedimos, pero no perdimos.
Las palabras están, las miradas también. Hay que buscarlas un poquito más y no dejar de insistir.
Y aunque su papá anda como alma en pena, angustiado y sintiendo que el trabajo de todos estos meses se fue al tacho... no es así!
Matias está y de a poquito, volverá.
¿Mientras tanto? El jueves tenemos fiestita de carnaval en el jardín... y ya tenemos el traje de mosquetero listo.
Y la próxima semana, se viene el cumple número 4.
No se habrán olvidado que estamos de fiesta, no?