Mucho más que dos

“Io, Mai, accolgo te, Mr. Love, come mio sposo. 

Con la grazia di Cristo, prometto di esserti fedele sempre, 

nella gioia e nel dolore, 

nella salute e nella malattia, 

e di amarti e onorarti tutti i giorni della mia vita.”

Y además de prometer la fidelidad, compartir la alegría, el dolor, la salud, la enfermedad, amarlo y honrarlo...

Después de cinco años, podría agregar muchas cosas más, pero me quedo con el respeto recíproco, que engloba casi todo. Porque respetándonos mutuamente, hacemos que nuestra familia funcione.

Ya les conté nuestra historia de amor, y también les dije que lo vuelvo a elegir. Este año podría ser reiterativa, porque mi elección no cambia y mi historia tampoco. Pero este año nos encuentra distintos, luchando por una causa común: sacar a Matias adelante. No más unidos, porque significaría que antes no lo éramos,  sino que aún UNIDOS en todo y para todo. He visto parejas que no soportan este tipo de problemas y no saben aceptar la nueva realidad que les toca vivir. En las salas de espera de los muchos consultorios y hospitales que visitamos en los últimos seis meses (parece una eternidad y sin embargo, solo pasaron 6 meses!), hemos visto de todo. Padres que ni siquiera se miran o uno de los dos atiende al hijo y el otro es un ente que hace acto de presencia pero completamente ausente. Nosotros la peleamos, estudiamos, preguntamos y la vivimos los dos por igual. Estamos monotemáticos, pero sepan entender, nuestras prioridades se revolucionaron y nuestro mundo gira entorno a nuestro pequeño gran sol. Nos costó darnos cuenta que cada uno tiene sus tiempos para asimilar, para llorar, para actuar, para reponerse y seguir adelante. Porque por más que coincidamos en muchas cosas, no somos la misma persona (por suerte!) y tenemos nuestras discrepancias y nuestras formas de ver las cosas de manera diversa. Pero nos complementamos de maravillas y aunque nos lo digamos con menos frecuencia que antes, los dos sabemos que nos amamos.

Buon anniversario, amore mio!

Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección. 

Antoine de Saint-Exupery