El mutandómetro

Cuando me casé, Mr Love vino con sus pianos, sus libros, su bagayo cultural y de los otros bagayos también...
Su mamá le había preparado toda la ropa planchadita, incluidas las t-shirts animal print (una simil serpiente... y otra cebrada) y las camisas con esqueletos o lunares fucsias y amarillos... que yo me encargué de mandar al Triángulo de Las Bermudas para que nunca más vieran la luz. Mi marido se vestía muy mal, sin darle importancia a las combinaciones de colores, rayas, cuadros y demás y sobre todo con ningún criterio de estilo o elección... todo le venía bien.
De las (pocas) cosas que se salvaron, porque se iba a dar cuenta que le faltaba... fue una pieza única, que no se vé a simple vista y que se pone en ocasiones especiales.
La primera vez que los ví, no paré de reirme por horas. Vino a la mente mi niñez cuando veía los capítulos de La familia Ingalls...

con el amado Charles, Caroline y sus hijas.

Y ayer, volvieron a la carga. Porque cuando Mr Love anuncia en perfecto Sicilian Language: "Mai, mi mettu li mutanduna" quiere decir que realmente hace frío.

Por eso, les presento este indumento que no puede faltar en el placard del caballero...

Con Ustedes: "le mutande lunghe" o el calzón largo (de lana obviamente!)