Entre cacerolas y rastrillos

Allá lejos por el 2001, dejamos una orquesta de cacerolas que repicaban como fondo musical de un espectáculo decadente de una seguidilla de gobiernos ineptos. En aquél momento, las malas lenguas, decían que detrás de todo el cacerolazo, estaba la mano de Duhalde. Era difícil de creer que la gente común, se hubiera podido movilizar, reclamar, quejarse de una situación insostenible de manera espontánea, sin una persona que los hubiese convocado.

Cambiando década, gobierno, país y continente... cambiando cacerolas por rastrillos, en Sicilia, está sucediendo lo mismo. De la nada, apareció "il movimento dei forconi", como símbolo de la revuelta de la gente del campo, de los trabajadores. Bloquearon las rutas, hicieron paro los camioneros, las estaciones de servicio, los agricultores. Creando desabastecimiento total en los supermercados e inmovilidad de todos los medios de transporte. Los medios de comunicación, no le dieron importancia. Inundaron la pantalla con noticias del Costa Concordia, del diálogo del Comandante Schettino con Di Falco que lo retaba por abandonar la nave y no quedarse hasta lo último, de los supuestos romances... Ni siquiera nombraron la situación caótica que se estaba viviendo en Sicilia, hasta que se empezó a llenar el Facebook de comentarios, mensajes de Twitter, comentarios en los blogs de los programas de TV y no tuvieron otra alternativa que hablar del paro total siciliano. Para desacreditar la queja, y como partía desde el sur, metieron a la mafia en el medio, diciendo que el movimiento estaba organizado por la mafia. ¿Cómo es posible que los trabajadores se organicen de la nada, para crear semejante caos y una pérdida económica millonaria? Es posible.

Así estamos, no sé si lograron algo. El gobierno técnico de Monti, sigue en pie. Los recortes y ajustes, siguen como antes. Ahora dicen que se están moviendo para Roma. De a poco están levantando la huelga, pero la situación sigue caótica.

Los transportadores de combustible, pasan de a uno, y las colas para cargar nafta (no más de 15 euros por auto = 8 litros) son eternas. Nosotros tendríamos que ir mañana al control audiológico de Matias, en Palermo, pero con 8 litros no llegamos a destinación ni tampoco sabemos si nos dejan pasar, porque las rutas están cortadas aún. Comunicarse con el hospital para cambiar el turno es una misión imposible. Veremos cómo procede...

Por el momento, empecé a pensar en el festejo del cumple de Matias (el 13 de febrero!) como para ocupar (y despejar!) la mente con algo más productivo.