Melissa Noel

Se ve que este año me porté bien... porque me llegó la navidad anticipada!

Resulta que enfrente del negocio de mi mamá, hay una mercería. La dueña se llama Grazia y la hija se llama Melissa. Desde que mi mamá abrió el negocio, empezaron a conocerse, a tomar el té juntas y se hicieron muy amigas.Yo media desconfiada, las estudié un poco a la distancia. Pero la verdad es que son personas maravillosas, que dan una mano cuando las necesitás o que tienen gestos de bondad que no pegan con el resto de la población local.

Por ejemplo, teníamos que entregar un trabajo de bolsitas de souvenir y no llegábamos, Grazia se apareció con su máquina de coser y se pasó todo el domingo ayudándonos. O mi mamá se había lastimado un pie y Melissa vino un sábado a la noche, con el novio, a la casa de mi vieja, trayéndole una botellita con agua termal... o se fueron a otra ciudad a un oculista y como sabía que se le rompieron los anteojos, se los regaló. Como estas atenciones... muchas más, así porque sí, sin esperar nada en cambio, sin falsedad. Entonces, para nosotras que ya estamos curtidas de los desplantes y las malas partes que nos hacen los propios parientes, encontrar personas buenas y gentiles, nos parece imposible.

Sin embargo, doy fe que la gente buena existe y ellas son la prueba. Obviamente, nosotras recambiamos en lo que podemos... Yo les hice el cartel del negocio, las etiquetas adesivas para los paquetes o un parasol para el auto del novio... Mi mamá les hizo regalos o simplemente le prestó la oreja a Grazia cuando anda media bajoneada... la buena onda es recíproca.

Algunos meses, Melissa viaja a Milán, porque su papá tiene una empresa mayorista de piedras preciosas y semipreciosas y participa de ferias del gremio. Ella está en el stand. Sabiendo que me gusta hacer tarjetas y manualidades, se acercó a otro stand y pensó en mí. Miren lo que me trajo...

Un montón de perforadoras con distintos dibujitos, bordes y ángulos!!!

Dos cacharritos llenos de sellitos y las goma-espuma de colores para mojarlos!!!

Como se imaginarán mi cara de feliz cumpleaños dura desde que abrí la bolsa y empecé a agujerear cuanto papelito anda dando vueltas... y ahora, no veo la hora de usarlos y usarlos y usarlos... Ho-ho-hooooo!!! Ya empezó Mi feliz navidad!