De pros y de contras

Hijo al aire libre

Haciendo zapping, un día que no había nada que me gustara en la tele, encontré un programa llamado SOS Tata. Es un format importado, donde hay tres niñeras que reciben pedidos de auxilio de madres al borde de un ataque de nervios (si no están atacadas ya!) para que las guien, orienten y corrijan en el modo de educar y lidiar con los crios. El primer caso una pobre mujer con 7 hijos... pero bue... tu casa es un kilombo, jodete por no cerrar las piernas. El segundo, me llegó más. Una mujer de 36, con un hijo de 3 y una beba de 18 meses. La beba una santa... el pendejito, endemoniado! (Muy parecido a Mati en comportamientos en general y llantos histéricos). Entonces dije, miremos a ver si aprendemos algo. Se apareció la "tata", primero observó y después descubrió la pólvora! Sentenció: "Hay que sacar al chico afuera para que descargue energías y se canse".

OK, niñera pedorra, vos decís que agotando a la criatura, tendré un día feliz? Allá vamos.
Organizamos salida con Susan (una chica de Boston que se casó con un siciliano y tienen una nena -Maggie- de 18 meses). El viernes, nos encontramos y fuimos a la plaza, cada una con su respectivo hijo en el cochecito. Llegamos y Sue me dice: liberémoslos del cochecito! Maggie, un amor, la soltó, le dijo "stay here" y la nena ahí se quedó. Yo me persigné, respiré hondo y abrí el cinturón de Mati. Que salió disparado para la calesita que está en la plaza, pero como era de mañana estaba cerrada. Se la recorrió toda golpeando para que le abrieran, pero no hubo caso. Cuando se cansó, empezó a correr... lo corrí una vez y lo traje de vuelta. Volvió a correr y lo atajé por segunda vez. La tercera, corrió... yo ya estaba agotada con tanto trote y lo dejé. Susan me dijo: ahora se ve solo, se para y da la vuelta, no? Yo la miré y sonreí.
La gente veía a un piojito corriendo solo, pensaban que se había perdido y querían pararlo, él como un experto rugbier esquivaba los tackles y seguía corriendo. Nunca paró, nunca se sintió solo y dió la vuelta. El sol pegaba fuerte, entonces decidimos ir al parque comunal, donde hay tantos árboles (un poco de sombra!) y un lago con patitos.

Otra vez, cochecito y liberación. Apenas Mati vió el agua con los patitos, quiso ir con ellos y empezó la escalada de la reja del recinto de los patos. Como vió que no podía treparse, entonces intentó el pasaje entre los barrotes. Pasó un pie por un agujero, el otro por otro y como el culo con pañal no le pasaba (por suerte!) empezó a los gritos y a sacudirse como un orangután. Maggie, una lady, sentada en su silla comiendo una pera.

Después fuimos a los juegos. Son los trepadores hechos en madera, con toboganes, escaleras, puentes movedizos y demás. Está el tobogán bajito, el medio y el grande. Obviamente, Matias se mandó derechito para el grande, pero antes pasó por el puente movedizo... y ahí se quedó, haciendo equilibrio y evitando que lo agarrara. Por suerte estaba Susan que se puso de un lado, mientras yo me metía por los recovecos para tratar de atrapar a mi hijo.
Conclusión: me tuve que tirar 3 veces por el tobogán grande, meter 4 veces al puente movedizo, atajarlo por las dudas que se cayera de espalda por el trepador super inclinado, acompañarlo pero sin tocarlo por las escaleras y volver a atarlo por la fuerza en el cochecito para volver a casa, soportando el llanto ensordecedor.

Querida niñera, mi hijo siguió fresquito como una lechuguita... y gritó más fuerte cuando llegamos a casa, porque quería seguir dando vueltas. Yo, quedé agotada, volví a mi casa transpirada, colorada como un tomate de tanto correrlo y con el bronceado de camionero en los brazos! Así que vení a cansarlo vos si sos "machita" y te lo bancás!


Marido musical

Había una vez un marido músico, que por las cosas de la vida, el trabajo y los dolores de los tendones, de a poco se fue alejando de su piano hasta volverse adicto a la computadora, linux y los lenguajes de programación. Un día, su mujer, viéndo a su príncipe más gris que azul, lo incitó a que despejara su mente volviendo a tocar su instrumento -mentes pervertidas abstenerse-. Entonces marido volvió a ejecutar algunos temas, empezó a reunirse con un grupo de amigos una vez a la semana. Sus dedos volvieron a hacer música y se enteraron otros amigos que lo invitaron a sumarse a su banda. Y después les faltaba un bajista, entonces marido llamó a otro amigo, que a su vez lo invitó a participar de un concierto un domingo. Y el primer grupo lo llamó para que grabaran un CD en el estudio de grabación... y así fue que de dejarlo ir una vez a la semana, Mr Love me abandona tres noches a la semana para cultivar su faceta musical. ¿Me jodo por boluda? Oh yeah!


Chinita explotada

Yo te ayudo mamá! Explicame como funciona la máquina de coser... y esas fueron mis últimas palabras, la madre-patroncita explotadora me tiene cosiendo en el tallercito hogareño! Por lo menos, me deja parar para comer...