Yo me quiero casar (33)

Había bajado 7 kilos, 6 cm de caderas y otros tantos de cintura. Mis tetas ya no superaban los 100... tenía 97! Así que el vestido iba a ser un talle normal y no un XXXXL!!!!
Del otro lado del océano, contaba con mi hermana que con la ayuda de mi prima S y mi comadre, iban a buscar MI vestido. La que más me conocía de las tres era mi mejor amiga y comadre Carola. Nos la pasábamos de mail en mail, yo le mandaba los modelos y los sitios que me gustaban, ella me daba su opinión. Además habíamos soñado con el reencuentro, con que ella iba a poder viajar para mi boda y eso nos llenaba de entusiasmo.
Mi prima S, tenía buen gusto y contactos. Era más desenvuelta y estaba acostumbrada a viajar a Buenos Aires, podía ayudarla en la ardua tarea y acompañar perfectamente a Juli (que tenía miedo de viajar en subte y de perderse por los barrios porteños). Cuando nos habíamos ido de la Argentina, mi hermana tenía 22 años, no frecuentaba la universidad y su mundo giraba con sus amistades en el microcosmo pilarense. Entonces en ese sentido, my little sister, se había quedado aniñada. Además apenas S. escuchó hablar a mi hermana, le dijo: "Juli mantené la boca cerrada, porque si te escuchan ese acento tano, nos cobran el doble!"


Juli iba con una listita PARA TENER EN CUENTA (y la misma se la había copiado junto con un power point de 10 páginas, a mi prima y a mi comadre):

1. NO Strapless.
2. NO hombros caídos.
3. NO Falda amplia tipo miriñaque.
4. NO vestido tubo-chupín.
5. NO tela brillosa.
6. Evitemos el drapeado.
7. NO tul en la falda.
8. NO al color dorado, amarillo, beige, crema o champagne oscuro.

1. SI a los breteles, escote espejo o atado al cuello.
2. SI al color blanco, tiza, marfil.
3. SI a la organza, bual, georgette. (y que conste que no entiendo nada de telas!)
4. SI al encaje.
5. SI a los bordados.
6. SI a los detalles en piedritas.

Estas eran algunas de las fotos del archivo adjunto, con mis anotaciones...


Mientras tanto con Mr Love, habíamos empezado a buscar casa. Pero el único momento disponible eran los fines de semana y todas las inmobiliarias están cerradas los fines de semana (cero mentalidad comercial!).
El domingo nos fuimos a dar vueltas por la ciudad, por los barrios que nos gustaban, prestando atención a los cartelitos de alquiler de privados y nos anotamos un monton de teléfonos. A la tarde llamamos... y de los doce departamentos, quedaron sólo tres. Uno que no contestó jamás el teléfono, otro chiquitito (1 habitación, 1 baño y 1 cocina comedor por €250) y el tercero que no dio detalles por teléfono, sino que quedamos en vernos el lunes a la tarde.
Habíamos visto también una casa frente al mar, de una clienta de Mr Love. La casa era linda, quedaba medio lejos de todo, no tenía agua corriente, las comodidades eran limitadas y nos pedía más de lo que pensábamos gastar. Pero igualmente la habíamos dejado bajo mira por si no conseguíamos nada.
Cuando el lunes fuimos a la cita para ver la casa, mientras esperábamos nos íbamos desencantando. Porque no tenía el revoque hecho, habían dejado el cemento color cemento... entonces veías, abajo un negocio que arreglaba TV, al costado esta la puerta de entrada, arriba del negocio, hay una ventana con balcón y otra chiquitita. Y arriba otro piso igual. La ubicación era óptima, en el centro... en el punto equidistante de mi casa y de la de Mr Love (a mitad de camino de las dos suegras así no se peleaban y podían venir caminando!). Cerca de mi laburo y cerca del garage de Mr Love.

De afuera nos entusiasmaba el hecho de que fueran solo 2 deptos, sin gastos de expensas ni demasiados vecinos.

Cuando llegó el dueño con 15 minutos de retardo y abrió la puerta, nos encontramos con una escalera sin terminar y las paredes con andamios porque la estaban pintando. A medida que entrábamos, el tipo nos explicaba que había sido construída por su padre y que estaba prevista como dos departamentos, pero que en realidad se trataba de una sola casa, en 3 pisos!!! Nos miramos con Mr Love y pensamos que nos iba a disparar un montón de guita... nos mostró el primer piso, donde esta la cocina-comedor grandísima, un living y un baño chico. En el segundo piso, el dormitorio matrimonial, dos habitaciones más chicas y el baño grande con bañera y si seguías subiendo, te encontrabas con un lavadero grande cubierto y con dos terrazas, una da a la calle principal y la otra a la calle de atrás. En una de las terrazas tiene hecha una estructura en hierro, para ponerle telas o pajas o un toldo y cerrarla con techito.

Hablando hablando... resultó ser que el dueño tiene el mismo apellido que mi suegra, Mr Love empezó a darle charla y resultaron ser parientes lejanos. Como quien no quiere la cosa, le preguntamos el precio, y nos dijo 350!!! Menos de la casita del mar. Yo le pregunté cómo iba a dejar la escalera, y me dijo que al principio le querían poner mármol, pero les costaba demasiado... así que habían pensado en cerámica o en un material sintético (como una pintura gomosa). Esta última idea no me entusiasmaba demasiado, pero la casa era espectacular.
Lo saludamos y nos hicimos los interesantes, le dijimos que teníamos que ver otras casas, pero que lo llamábamos el fin de semana, por sí o por no. Cuando nos fuimos, nos subimos al auto con Mr Love, esperamos dar la vuelta manzana y nos miramos casi gritando de alegría! Estábamos los dos hiper enchufados! Casa para nosotros solos y a un precio bueno!!! No lo podíamos creer...

Seguimos todo el día dándonos manija, hasta que nos vimos a la noche y decidimos que le deciamos que si... Ese iba a ser nuestro hogar.

El martes no lo quiso llamar, porque íbamos a parecer demasiado desesperados... lo llamó el miércoles, para vernos el sábado, pero como el dueño no podía, lo pasamos para el lunes.
No habíamos firmado nada, pero le habíamos dado la palabra para que nos la guarde.

También nos habíamos anotado en el curso prematrimonial con una pareja amiga, Michele y María. El curso se desarrollaba en las aulas anexas de una parroquia, construída de reciente en los '90 (como si a mi pueblo le faltaran iglesias!) con un estilo de dudosa arquitectura.
Las reuniones eran todos los lunes a las 20, por casi 4 meses. Yo no podía creer tanta preparación! En Argentina tenés una charla con el sacerdote y listo. Acá necesitabas del certificado de asistencia a este curso para poder casarte... Un embole.
Las reuniones las coordinaba un matrimonio que habían superado las tres décadas juntos y un cura joven y buena onda. Nos daban un librito-guía para las charlas, pero generalmente las conversaciones se degeneraban y terminaban en cualquier otro tema. Sobre todo por culpa del futuro marido de la "farfallina" (mariposita), que preguntaba cosas incoherentes. La farfallina era una chica que se vestía toda de amarillo radiante o de pies a cabeza de color fucsia, agregando a su melena una hebillita o vincha con mariposa al tono. Era tan ridícula la pobre!
Después estaban los que convivían desde hacía un par de años y habían decidido sentar cabeza, pero no decían al cura que "vivían en pecado" (ja!) sino que se hacían pasar por novios con cama afuera. Estaban aquellos que eran novios eternos, con diez o doce años de noviazgo a las espaldas.
Y aquellos chupa-cirio, que se sabían las lecturas de la biblia de memoria y asistían asiduamente a misa.
Menos mal que conocimos otras parejas con buena onda y al final terminamos divirtiéndonos, riendo de los personajes del grupo, haciendo catársis del caos prematrimonial y yendo a comer pizza juntos.

Al llegar a casa, me conecté al msn con Juli y S para que me informaran de la situación. Se habían desencontrado con Carola y habían ido solas a la búsqueda del vestido deseado.
Ya me daba la pauta que las cosas no andaban bien. Carola era la que más me conocía de las tres y no había ido. Encima me dijeron que las entrevistas en los negocios que habíamos seleccionado, se las daban para fines de esa semana y que ninguno iba a llegar con la confección del vestido... me desanimé tanto que les pedí que no compraran nada para mí. Me sentí muy mal porque habíamos estado hablando con mi comadre de los vestidos por dos meses, para que cuando llegara Juli, todo hubiera sido más sencillo. Pero en vez de ser simple, todo se había complicado...
Amargada, dije: bueno, al menos ahorremos con los vestidos del resto de la familia.

Al día siguiente, recibo una llamada al trabajo. Juli me llama a la agencia y me dice: te conseguimos el vestido!!! Es como vos lo querés, te lo hacen a medida y sale 1.000 pesos. La verdad es que pensé, perdido por perdido y por esa plata, si no me gusta... lo convierto en almohadones! No sabía si el vestido era como el que yo quería, pero al menos me traían algo y si no servía, tenía tiempo suficiente como para arreglarlo en Italia.