De muertos vivos
En la dura tarea de integrarme a la sociedad italiana, tuve que atravesar también por uno de los momentos más incómodos y duros que existen: la muerte y los funerales. Estoy segura que nunca se encuentran las palabras adecuadas en estos momentos de dolor, pero si a eso le sumamos el circo que se crea alrededor del muerto y de sus parientes mas queridos, es aún peor. Les recuerdo siempre que vivo en Sicilia, no sé si en el resto de Italia funciona en el mismo modo, por eso me limito a describirles mi realidad local. Para empezar, las muertes se anuncian con afiches que se pegan en la calle, no con anuncios discretos en las últimas páginas del diario. Y te avisan la edad que tenía el muerto, los parientes cercanos que te dan el triste aviso y la fecha, hora y lugar de la misa. Si es un pariente directo o una persona allegada, se prosigue yendo a la casa, porque al muerto lo velan en casa, acostado en su cama y con todos los parientes y los visitantes a su alrededor. Lo tienen así un día ...