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Mostrando las entradas de mayo, 2015

Llamando a Pérez

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 Esta mañana me llaman del jardín: "Señora, no se asuste, pero Matias esta llorando desconsoladamente y no lo podemos calmar". ¿Qué pasó? "Se le cayó un diente". Hace dos días, vimos que se movía tímidamente, uno de abajo... y hoy, zas! Así que fui, con lápiz y papel y una idea en la cabeza. Llego y encuentro sus ojazos llenos de lágrimas, y con toda la angustia y entre hipo e hipo, me dice: "mamma, dente caduto!". Entonces, lo abrazo, lo tranquilizo. Lo llevo hasta una de las mesas minúsculas de la salita, siento mi humanidad en una de las sillitas, al lado se sienta Mati y a seguir, la maestra Carmela. Agarro la hoja, hago seis cuadrados y empiezo a dibujar una historia. Primero un nene sonriente. Después una boca llena de dientes, con uno que se mueve. A seguir, la misma boca pero sin el diente (y con un diente escondido en la encía). Después el nene que se va a dormir con el diente debajo de la almohada. El ratoncito que viene a llevarse el diente y fi...

Actividad onírica

Hace unos días que sueño y me despierto acordándome de los sueños. Generalmente, me los acuerdo por lindos, feos o disparatados. Me entretuve buscando el significado y reconozco que en algunos casos le pegó bastante bien. Como por ejemplo, soñar que me salía sangre de los oídos... (feo, muy feo) y que la interpretación me diga: te quedaste con cosas sin decir, escuchaste algo a lo que no pudiste responder. (Y si hubiera respondido, ardía Troya... así que dejá que me sangren los oídos!) O soñar con una persona muy querida, que ya no está en este mundo y que me diga "escribime". ¿Pero adónde te tengo que escribir? Vos escribí, que yo te leo. (lindo y disparatado) Y mientras pienso todo lo que le quisiera decir, vuelvo acá y escribo... Porque mi sueño más grande, ella ya lo sabe.

Me fui (pero ya volví)

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"Todo lo que diga está de más,  las luces siempre encienden en el alma  y cuando me pierdo en la ciudad,  vos ya sabés comprender...  es sólo un rato no más,  tendría que llorar o salir a matar...  Te vi, te vi, te vi... " Y de repente, todo tiene otro color. El aire se renueva y las pilas también. Esta madre desamorada abandona casa, hijo y marido y se toma un avión low cost para un fin de semana en París. Esta vez no es el encuentro con muchas mujeres argentinas, esta vez es el reencuentro de seis amigas argentinas. La ciudad es un detalle, podría haber sido cualquier otra... porque si bien me encantó conocerla y aluciné con todo lo que ví, yo iba a encontrarme con ellas... Cuando fuimos llegando... El grupo de seis al completo. Mis amigas que empezaron siendo virtuales, se convierten de carne y hueso cuando logramos coincidir en tiempos, lugar y bolsillo. Porque si bien estamos todas en Europa, no es tan fácil como puede parecer, que te tomas un trencito...