Llamando a Pérez
Esta mañana me llaman del jardín: "Señora, no se asuste, pero Matias esta llorando desconsoladamente y no lo podemos calmar". ¿Qué pasó? "Se le cayó un diente". Hace dos días, vimos que se movía tímidamente, uno de abajo... y hoy, zas! Así que fui, con lápiz y papel y una idea en la cabeza. Llego y encuentro sus ojazos llenos de lágrimas, y con toda la angustia y entre hipo e hipo, me dice: "mamma, dente caduto!". Entonces, lo abrazo, lo tranquilizo. Lo llevo hasta una de las mesas minúsculas de la salita, siento mi humanidad en una de las sillitas, al lado se sienta Mati y a seguir, la maestra Carmela. Agarro la hoja, hago seis cuadrados y empiezo a dibujar una historia. Primero un nene sonriente. Después una boca llena de dientes, con uno que se mueve. A seguir, la misma boca pero sin el diente (y con un diente escondido en la encía). Después el nene que se va a dormir con el diente debajo de la almohada. El ratoncito que viene a llevarse el diente y fi...