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Mostrando las entradas de enero, 2014

Superando la fantasía

Soñaba con escuchar a mi hijo hablar. Cenábamos en la casa de mi suegra, nosotros viendo un programa en la tele de la cocina... en la del living, estaba Nemo. Como nadie la estaba viendo, sino que servía de "compañía visual" (porque Matias le tiene miedo a las teles apagadas), el dibujito estaba sin sonido... De repente, lo sentimos hablar. Vamos despacito y lo vemos, sentado adelante de la tele, haciendo el "doblaje" de la película. Respetaba las pausas, las entonaciones, hablaba "ballenese" como Dory... y claro, cuando se olvidaba el diálogo original, los inventaba 'a piacere' y aparecía Peppa Pig en la discusión. Soñaba con oirlo cantar.  Y cuando juega solo, de repente, canta... y canta también en castellano (a pesar que la logopeda no me deje hablarle en español y tenga que ser exclusivamente en italiano). Y canta:  "veo veo, qué ves? Una cosita y qué cosita es? EmpieTa... " Noooo "empieza" Matias, "empieza" ...

Cuando sea grande

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Ultimamente, hay cosas que me dejan pensando... ¿serà por eso que me duele tanto la cabeza? Yo me reconozco exigente, insegura, indecisa. Y este trinomio muchas veces me paraliza. Hace que no me anime a realizar muchas cosas, porque no me siento capaz o porque creo que no voy a estar a la altura de las circunstancias. Cuando terminé la secundaria, me gustaba matemática y literatura. Obviamente, no había una carrera que uniera las dos, primer gran dilema. Buscando en los planes de estudio, trataba de entender por el nombre de las materias si podían llegar a gustarme. Y aunque la publicidad me gustaba, tenía miedo que "no se me ocurrieran ideas" creativas... entonces, me anoté en ingeniería industrial que tenía un mar de matemáticas. ¿Qué pasó? Cuando se me terminaron todas las matemáticas, al cuarto año, ya no me gustó más. Y entre lágrimas, mientras trataba de entender cómo hacer para bombear dulce de leche por una cañería para mecánica de fluidos, mi mamá me dijo: si no te g...

De buenas nuevas y malas viejas

¿Las buenas? Ganamos la causa contra el TAR (Tribunal Administrativo Regional) de Palermo, por las pocas horas de maestra (insegnante di sostegno) que le habían asignado a Matias de 13 horas semanales a la carga horaria total. Así que en aproximadamente diez días, la maestra lo seguirá por todas las horas en las que esté en el jardín y no por dos horas y media, como venía haciendo. ¿Las malas? La maestra sigue tan insípida como al principio. Tan tibia, tan "mostaneza", tantantan... que no sabemos cómo moverla para que se ponga las pilas. Mr Love ya dijo, cuando le llegue la carta a la escuela con la disposición de todas las horas, nos plantamos ahí para programar los objetivos por alcanzar. ¡Qué se yo! ¡Veremos! Mi pimpollo? Bello y maravilloso como siempre. Fuimos a ver Frozen y se quedó sentadito en su butaca, con los ojos gigantes y una sonrisa de oreja a oreja. Salimos del cine y se la pasó diciendo: bello, bello, bello! Le encantó el reino de hielo, el muñeco de nieve, l...