maitelandia

El 2013 me deja... Más... + kilos + canas + pecas (?) + kilómetros recorridos + horas al volante + viajes realizados + conciertos de marido escuchados + amigos ganados + risas hasta las lágrimas + palabras pronunciadas + objetivos alcanzados + ilusiones intactas Menos... - pañales comprados - ropa que me entre - pelo por peinar - representante de padres - libros leídos - embarazos logrados - lágrimas de tristeza - deudas! ¿No se hacía así el balance? No soy buena para las listas. Y nunca me gustó la contabilidad. Pero a grandes rasgos, este fue un buen año. Me deja la sensación de plenitud... (o será que vengo comiendo mucho en estas fiestas y estoy demasiado llena?) Estuvo variado, completo de salud, de amor, de familia, de trabajo... le faltó una pizca de dinero, pero no nos podían tocar todas! Así que le estoy agradecida al 2013. Esta vez no lo echo a patadas, lo acompaño a la puerta y lo saludo con la mano. Mezclamos las cartas y volvemos a dar... en una de esas, quién te dice, seg...

¡Oléééé olééé oléééé olééééé Matiiiiiiiii! ¡Matiiiiiiiii! ¡Vamos! ¡Canten todos conmigo! No enloquecí... pero casi. El día había empezado complicado. No quiso ir a la escuela caminando, así que lo tuve que llevar esas cinco cuadras en auto. Al llegar, no quiso bajar del auto. Tuve que tironearlo un poco para que baje e insistirle para que no se tirara en la calle o se arrastrara por la vereda hasta llegar al jardín. Entramos y lo dejé con la maestra, con un principio de llanto que hice de cuenta que no oí. Debajo del pantalón y del sweater, Matias llevaba las cancan negras y la polera negra que habían pedido las maestras. Crucé los dedos y pedí que se le pasara el berrinche para cuando tuviera que empezar el acto. Compré las pilas para la máquina fotográfica e hice tiempo hasta que se hicieran las 10 y pico. Llegué y como llevaba un elemento para el acto, me dejaron pasar al ensayo. Encuentro a Matias vestido con su traje de marciano, pero con toda la ropa abajo. Cuando le digo a la ma...

No quiero dejar pasar tanto tiempo... pero el tiempo se me pasa y yo sigo sin escribir. Quiero dejar constancias de la vida en este diario abierto y después me apabullan los días y se acumula el silencio. Así que, rompámoslo! ¿Qué les cuento? De Matias, obvio! Está sorprendentemente grande. Pesa 18 Kg y mide 1,11 m (con peluca sin cortar incluida)... a pesar de la poca variedad de su dieta (milanesas, albondigas de carne, buñuelos de espinaca, pizza, pan y volvemos a empezar) está sano y crece... es más, tiene la altura y peso de un nene de 6 años. Tiene un vocabulario de más de 50 palabras (si, las tengo escritas y contadas!). De las películas y dibujitos que mira, recuerda frases y escenas completas... que después tal vez usa con propiedad en momentos adecuados. Por ejemplo, cuando nos vamos a dormir, nos saluda: Buona notte mamma, buona notte papà... buona notte George! (OK, a George Pig no lo tenemos... pero mamà y papà estamos!). Al principio me preocupaba que se aprendie...

Hay días que tengo el sincericidio tan a flor de piel, que sería mejor no salir de casa y aislarme...  ni siquiera conectarme a internet. Es más fuerte que yo. Y encima, cuanto más quiero a la persona, es cuando más brutalmente sincera soy. Hoy me gané un sos "sheguamarrrta", pero significa que somos amigas de verdad... entonces, en definitiva, es algo bueno, no?